ADN Digital
Artículos relacionados
El apoderado de la ANR, doctor Eduardo González, dijo que es inentendible que, a casi un mes de las elecciones, Efraín Alegre continúe con una posición arrogante y petulante, a pesar de ser un gran perdedor. Dijo que lo único que demuestra es el liberal es su espíritu autoritario y la forma como maneja su partido, el PLRA.
ASUNCIÓN.- González criticó la actitud de Alegre y su primer anillo, y dijo que la misma orilla lo irresponsable ya que su objetivo es perjudicar la imagen del país y la credibilidad que se tiene en el sistema electoral paraguayo, aunque hasta ahora no hayan tenido éxito en su intento.
“Aunque se denomine a sí mismo el ganador moral de las elecciones, lo cierto es que Alegre es el gran perdedor aunque no quiera asumirlo”, añadió el abogado.
Dijo que la ANR todavía no analiza si va a hacer algo por la denuncia falsa de la oposición sobre la existencia de un supuesto fraude monumental pero calificó la última presentación de la alianza en contra de las empresas encuestadoras como “estúpida”. “Qué tiene que ver una cosa con la otra. Si es por eso, el Partido Colorado tendría que haber hecho denuncias desde hace tiempo. Perdimos las elecciones municipales en Asunción mientras las bocas de urna decían que (Arnaldo) Samaniego ganaba y fue la boca de urna otra vez la que nos jugó una mala pasada y aceptamos y reconocimos, como debe hacer cualquier demócrata”, expresó.
“Acá lo que demuestra es el espíritu autoritario está en él y también en la forma en que maneja su partido, y se suman otros partidos que ahora le están haciendo el chúmbale. Ellos lo que están haciendo es intentar crear algún tipo de inconveniente con el juramento del presidente como senador a pesar de tener sentencia judicial. A pesar de tener los votos del pueblo paraguayo”, manifestó.
Según González, “como miembro de Honor Colorado, puedo decir que la campaña que se hizo por el tema de González Daher, una semana antes de las internas, influyó en los votos de Santi Peña. Entonces tendríamos que denunciar a ABC penalmente por influir en el elector. Además, la figura penal de coacción al elector, la tipificación de la conducta, no se encuadra en lo que ellos plantearon. Es seguir buscando culpables en el otro y no en su propia estructura, organización. Ni los certificados electorales no tenían para saber qué ocurrió”.
