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ASUNCIÓN.- El futuro ministro de Educación y Ciencias, Eduardo Petta, ya recorrió los estudios de los medios de comunicación a presentar su proyecto. Es evidente que está “más perdido que petizo en desfile”. Demostró total y absoluta ignorancia en el tema.
Hace aproximadamente un mes, el Dr. Benigno López, miembro del Equipo de Transición y futuro ministro de Hacienda, dijo que el presidente electo, Mario Abdo Benítez, se toma su tiempo para nombrar al futuro ministro de Educación, “porque elegirá a una persona que pueda dirigir la transformación de la educación”, enfatizó.
Ahora al confirmarse al exsenador, Eduardo Petta, para el referido cargo, uno se pregunta si hablaba en serio. Para impulsar la transformación se requerirá de persona realmente preparada, según dijo y no del nivel de un exfiscal, un exdirector de la Policía Caminera y quien como senador nunca ni se enteró que podría impulsar alguna ley que pueda beneficiar a la educación.
Durante estos últimos días, con lo figuretti que es, Petta ya recorrió los medios de comunicación, los que siempre lo acompañaron hasta en sus payasadas (como aquella vez que se quedó a dormir en la Cámara de Senadores).
Al ser consultado sobre su proyecto, para desarrollar en el Ministerio de Educación, empezó a recordar su infancia en las escuelas de Hohenau. Habló de los chismes que se generan entre madres de alumnos y maestras, de la falta de alimentación de los chicos en las escuelas, etc.
Asimismo, una pregunta siempre latente es el relacionado a la infraestructura educativa y en ese punto ya respondió cualquier cosa. Habló de su idea de unificar los marcos y ventanas de las instituciones educativas y como muestra de que está totalmente perdido, mencionó que los colegios y escuelas de los Estados Unidos e Inglaterra, por ejemplo, tienen esas aberturas todas iguales. Totalmente perdido está y fue realmente aburridísimo escucharle.
