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ASUNCIÓN.- Tampoco la maquinización del Brazo Aña Cuá escapa a la fiebre electoralista de los partidos que pugnan por el poder y que están representados en el Congreso. Se puede verificar claramente posturas bien contrapuestas en Diputados y en el Senado.
En su mayoría, el Senado se niega a reconocer que las obras ya no necesitan ser nuevamente aprobadas porque ya pasó por ese cedazo hace más de diez años, además es parte del Tratado que creó la Entidad Binacional Yacyretá.
Mario Abdo Benítez, senador colorado disidente, alimentado por ABC Color y su aprensión contra todo lo que propone el Poder Ejecutivo, garantizó que si gana las elecciones dejará sin efecto el acuerdo firmado en mayo pasado entre Horacio Cartes y Mauricio Macri, borrando de esa manera de un plumazo 3.000 puestos de trabajo, la continuidad de desarrollo del
Sur y arriesgar dejar sin energía a Paraguay a corto plazo.
Los diputados, haciendo causa común con sus colegas del Sur, ven en las obras de Aña Cuá inmensas posibilidades de apuntalar el crecimiento de la región e inyectar divisas a la economía del país.
Walter Harms, diputado colorado, ratificó que ya no es necesaria la participación del Congreso para operativizar el proyecto. Destacó que “el Anexo B del Tratado de Yacyretá le faculta a la binacional a tomar esa decisión” y reclamó al Senado que nunca quiso debatir este tema, “no quería socializarlo, yo había propuesto un debate sobre este tema cuando fui presidente de la Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos (CEBH) y en el Senado no tuve eco, no tuve apoyo para crear una bicameral”.
El diputado Luis Larré, actual presidente de la CEBH, aprobó el mecanismo que la EBY utiliza para la ejecución d las obras. “Me parece correcta la forma en que las autoridades de Yacyretá están llevando adelante la iniciativa y la comisión que presido respaldará las obras que le generen desarrollo al país”.
