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Pobladores del km 7 Acaray del barrio Don Bosco de Ciudad del Este se quejaron nuevamente de la falta de cumplimiento de itinerario y frecuencia de las empresas de transporte público urbano de la ciudad. Igualmente, los lugareños se ven afectados por el pésimo servicio de provisión de agua por parte de una aguatera privada, de nombre Mers Corporation, la cual fue clausurada por la Municipalidad local el martes último.
CIUDAD DEL ESTE.- Los pobladores del populoso barrio de la capital del Alto Paraná se presentaron en la sesión de la Junta Municipal, en audiencia pública, para exponer su queja por la precariedad en el servicio de transporte y provisión de agua.
Los usuarios cuestionan que el itinerario y la frecuencia no son cumplidos por las empresas Alto Paraná Transportes y Ciudad Jardín. Los moradores aseguran estar cansados de esperar por varias horas a los ómnibus de estas empresas, y que en diversas ocasiones los vehículos nunca llegan.
En tanto, el legislativo dispuso que la Dirección de Transporte Público de la comuna remita un informe a la Junta sobre la situación de estas empresas. Asimismo, en la nota también se exhorta a los funcionarios municipales a hacer cumplir con las obligaciones de las firmas de buses.
Igualmente, pidieron que la institución municipal genere las condiciones para garantizarles el acceso a agua potable. Lamentaron que hace unos 20 años que reciben agua de pésima calidad por parte de la empresa aguatera privada, Mers Corporation.
El martes, en horas de la tarde, la referida aguatera fue clausurada por la Dirección del Ambiente de la comuna local. La clausura fue realizada a partir de la denuncia presentada por usuarios, quienes indicaron que recibían agua sucia.
Funcionarios de la División de Saneamiento visitaron la planta de tratamiento y encontraron una serie de irregularidades. Por ejemplo, no funcionaba el medidor del PH del agua, no había un técnico que facilite información sobre los procesos de purificación del líquido vital, entre otras situaciones.
Además, los funcionarios solicitaron una serie de documentos a la empresa, como licencia ambiental, ya que extraen agua del río Acaray para abastecer a unas 5.000 personas. También se solicitó el plano de construcción de la planta de tratamiento, estudio de potabilidad, patente comercial y documentos de regencia.
