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Policía turística intentó matar a guardias y agredió a camarada

Un agente de la División Turística de la Policía Nacional fue detenido en total estado de ebriedad, luego de intentar matar a dos guardias de seguridad quienes corrieron la suerte de que el arma de fuego del uniformado no gatilló. El hecho ocurrió el fin de semana último, en el barrio San Alfredo de Ciudad del Este. La Fiscalía imputó al sospechoso por cuatro hechos punibles y requirió su prisión preventiva.

Diego Alejandro Pereira Morínigo, agente de la División Turística de la Policía Nacional, con asiento en Ciudad del Este.
Diego Alejandro Pereira Morínigo, agente de la División Turística de la Policía Nacional, con asiento en Ciudad del Este.

CIUDAD DEL ESTE.- Se trata del suboficial Diego Alejandro Pereira Morínigo (31). Resultaron víctimas  Francisco Machuca Velázquez y José Benítez Fariña. El bochornoso episodio se registró el domingo último, en horas de la madrugada, en el barrio San Alfredo de esta ciudad.

La fiscal Liliana Denice Duarte imputó al Pereira Morínigo por la comisión de los supuestos hechos punibles de lesión grave, producción de riesgos comunes, resistencia y daño a cosa de interés común. De igual manera, la representante del Ministerio Público solicitó la prisión preventiva del personal policial.

Según la investigación, el agente del orden circulaba como acompañante a bordo de un automóvil Toyota Tipo Runx, de color rojo, chapa DLT 948, conducido por Elvio Ramón Cabrera, cuando intentó dispararles a Machuca Velázquez y Benítez Fariña. El policía gatilló varias veces su arma reglamentaria contra la humanidad de los citados, pero milagrosamente no disparó la pistola.

Tras la denuncia, Pereira Morínigo fue aprehendido por agentes policiales de la comisaría 7ª y de su poder se requisó una pistola, de la marca Bull Cherokee, con un cargador conteniendo 6 cartuchos vivos. Una vez en sede policial, el aprehendido, quien estaba bajo los efectos de alcohol, se mostró prepotente, trató de obstruir el procedimiento, maltratando de palabras a los intervinientes y rompiendo incluso el vidrio de una ventana de la sede policial.

Luego, en un descuido, aplicó golpes de puños al oficial primero Miguel Ángel Ayala Armoa, ocasionándole lesiones graves a la altura del ojo y nariz, hasta que fue reducido por los agentes.

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