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Si se aprueban las ampliaciones que la Comisión Bicameral del Congreso está incorporando al Presupuesto 2019, podría marcar “el principio del fin” de la estabilidad económica, según Santiago Peña, exministro de Hacienda del anterior gobierno. Insiste en su crítica al jefe del Ejecutivo “porque percibo que el ministro Benigno López no tiene acompañamiento del presidente de la República” para frenar la voracidad de los ministros y secretarios de entes. El Banco Mundial propone mantener la prudencia y estricto respeto de la Ley de Responsabilidad Fiscal que sostenga un crecimiento por encima del 4%.
ASUNCIÓN.- El proyecto de presupuesto 2019 asciende a 80,2 billones (US$ 13.950 millones), 7,6% más con respecto al vigente, contempla un déficit de G. 3,8 billones (US$ 660 millones), equivalente a 1,5% del PIB.
El gobierno de Abdo Benítez tiene previsto endeudar al Estado por US$ 1.400 millones en su primer año completo de gestión. De ese total, US$ 800 millones serían a través de créditos multilaterales y US$ 600 millones vía bonos del Tesoro.
Estas cifras podían tener importantes modificaciones hacia arriba, hecho que preocupa a todos los sectores, menos a buena parte de los políticos. Santiago Peña, exministro de Hacienda ataca varios frentes que estima serán fuertemente golpeados con un Presupuesto desbordado. Destaca que “lo primero es que esto podría ser un fuerte golpe a la estabilidad macroeconómica que se logró con sacrificio hasta 2017”.
Bajando niveles en su consideración llegó al otro extremo de la economía, la clase más desprotegida dijo que “vamos a experimentar de nuevo un aumento de la pobreza porque un crecimiento de los gastos del Estado mal direccionados perjudica a los paraguayos más humildes”.
“Un aumento en gastos corrientes hace que haya menos plata para programas sociales. En estos 60 días, vemos con mucha preocupación que la inversión pública ha empezado a disminuir”, dijo el exministro de Hacienda.
La tendencia marcada hasta julio de este año era que el nuevo gobierno mantenga políticas macroeconómicas prudentes, ancladas en las metas de inflación y la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF). Sin embargo el reflejo del tratamiento del Presupuesto General de la Nación 2019 demuestra un serio riesgo de romper la barrera del 1,5% del Producto Interno Bruto (PIB) de la LRF.
Dijo Peña que el gobierno debe medir las consecuencias en la economía si es que no se aplica la misma prudencia en el manejo presupuestario. Entiende que la crisis regional presiona aún más “la crisis regional podría desacelerar el ritmo económico del Paraguay, debido a la estrecha relación comercial de frontera con Brasil y Argentina” y ante esta situación que se muestra irreversible el gobierno debe tomar consideraciones y enfrentarlas.
De momento LRF continúa protegiendo la prudencia de la política fiscal, sin embargo la clase política proveniente de dos sectores, el equipo de colaboradores del Ejecutivo y del Parlamento ante una actitud irresoluta del presidente de la República, arriesgan esa protección fiscal.
Paraguay tiene fuertes reservas macroeconómicas, baja deuda soberana y altas reservas internacionales, respaldadas por políticas prudentes hasta julio de 2017, sin embargo, la realidad actual desde el propio Gobierno más las crisis y la volatilidad de los mercados vecinos aumentan las perspectivas de vulnerabilidad y riesgos del país.
El PGN 2019 presentado por el Ejecutivo a fines de agosto dice que el plan de gastos previsto para el 2019 totaliza G. 80,2 billones (US$ 13.800 millones), lo que equivale a un incremento del 7,6% con respecto al vigente. A eso se debe sumar las ampliaciones presupuestarias a estas alturas superan G. 12.000 millones.
