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La tristemente célebre por las fotomultas, la “empresa” Sertran Paraguay, fue la primera creada para robar a mansalva durante el gobierno del obispo Fernando Armindo Lugo. Fue aquella “sociedad para delinquir” gestada prácticamente en la oficina del presidente, en menos de un mes de asumir el cargo. Con la fabricación de multas por supuestas infracciones de tránsito, habrían recaudado más de 100.000 millones de guaraníes.
ASUNCIÓN.- Era evidente que el “obispo de los pobres” llegó a la política para enriquecerse y enriquecer a su entorno, a los amigos. Cuando apenas “don” Fernando Armindo Lugo asumió como presidente de la República, el 15 de agosto del 2008, empezaron a “sobrevolar” el Palacio de Gobierno los buitres que estuvieron a su lado en la campaña proselitista.
Uno de los primeros en posar en la oficina presidencial fue el seudo empresario Petronio Muñoz, con antecedentes hasta por estafa a gobiernos anteriores. Estuvo acompañado de Raúl Meza, otro allegado a Lugo, porque fue tesorero de la campaña proselitista del entonces aún obispo, pero ya jefe de Estado.
La “empresa” Sertran Paraguay SA, que solo figuraba en papeles, fue creada el 19 de setiembre del 2008, una semana después que Petronio Muñoz y Raúl Meza estuvieron con el presidente de la República.
Luego, Meza confirmó que integra la sociedad Sertran con la familia de Muñoz, con sus hijos Marcelo y Eduardo Muñoz Sanier, su esposa Olga Sanier de Muñoz.
En el mes de octubre, sin pérdida de tiempo, Sertran Parguay ya comenzó a operar violando cuantas leyes existentes sobre los controles en las rutas del país. Los primeros contratos firmados fueron con los intendentes liberales, de Ñemby, Héctor Lucio Lesme, y de Ypacaraí, Fernando Negrete.
El objetivo fue llegar a por los menos 100 municipalidades, lo que refleja que el fin era robar a mansalva. Las comunas de Coronel Oviedo y de Hernandarias también firmaron los contratos para que Sertran instale las cámaras en los semáforos y radares móviles en las rutas, a fin de detectar las supuestas infracciones, cruce de luz roja y exceso de velocidad.
Pero gracias a la oportuna investigación de un periodista, hoy en ADN Paraguayo (querellado por Héctor Lesme por las publicaciones), los demás intendentes municipales se percataron del gran negociado con las fotomultas y que las recaudaciones iban a parar en bolsillos de particulares, quienes habrían sido Fernando Lugo Méndez, la familia Muñoz Sanier, Raúl Meza, entre otros.
Con los 4 municipios y durante 4 años, se estimó que la recaudación llegó a 100.000 millones de guaraníes. Uno se imagina lo que pudo haber sido si llegaban con el “sistema de robo” a por lo menos 50 por ciento de las ciudades del país.
