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Proselitismo barato

Si el líder de la alianza “Ganar” pretendía concitar el interés de la gente con su propuesta de reducir el costo de la electricidad domiciliaria en un 90%, lo ha logrado. Todo el mundo habla de eso, pero lamentablemente para el mentor de la idea, lo que más se escucha es ¡qué disparate!…por supuesto no faltarán incautos que se tragarán el anzuelo pensando que llegarán tiempos mejores, sin advertir que lo que en realidad les aguardan son negros nubarrones.

Vamos a plagiar la explicación de un especialista, hace pocos días, en la nunca bien ponderada red Facebook.

Dijo, palabras más, palabras menos que Efraín Alegre y los suyos podían regalar-dar gratis-también la energía, si querían.

Si se subsidia la energía, esa es la acepción correcta, dijo, el problema que se planteará es que alguien tiene que pagar lo que el Estado va a dejar de percibir.

Son sumas realmente siderales. En la Argentina de los Kirchner, se tuvo que administrar en este tipo de gastos, un pasivo de nada menos que 12.000 millones de US$, con los consabidos resultados sobre la economía del país.

El problema por supuesto no termina allí. Nuestro ingeniero explicaba que al ser semi gratis la energía…¡¡todo el mundo consume más!!, mas aires acondicionados, más cocinas, mas heladeras, lavarropas, todo eléctrico, ya que la gente se aprovecha de la situación.

Y siguen las complicaciones de la “brillante idea proselitista”. Ante la mayor demanda, la ANDE tendrá que construir más líneas de trasmisión para que no colapse el sistema, ¿con qué dinero?, si no cobra casi nada.

Se reducirán asimismo los ingresos por la energía cedida al Brasil y la Argentina.

Finalmente, y esto es lo más terrible, se escamotearán fondos que la Itaipú (quien más) está destinando actualmente a obras sociales del gobierno, como Tekoporã y otras.

Entonces, es más que previsible, que el señor Efraín, tenga que anunciar al promediar su mandato, el “ajuste” de la electricidad, tras lo cual se pasará sofocando protestas, marchas y contramarchas, al punto de desestabilizar su gobierno.

No es futurología barata. Es el recuerdo de la experiencia de gobiernos populistas que empezaron  con el pie derecho tumbando a viejas estructuras, pero luego,  lamentablemente dieron pasos en falso y terminaron poco menos que corridos de las riendas del Ejecutivo.

La propuesta es descabellada. Lo ha dicho todo el mundo. La gente seria ya no formula este tipo de promesas. Proselitismo casi infantil y además  ¡atrasado en el tiempo!

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