REINO UNIDO.- Incluso a aquellas personas que llevan una vida sana les resulta difícil resistirse cuando se les ofrecen unas galletas, bombones o salchichas. Ver comida sabrosa, aunque poco saludable, justo debajo de nuestras narices a menudo hace que incluso aquellos con una gran fuerza de voluntad caigan en la tentación. A veces es inevitable.
Pero según un nuevo estudio, lo mejor que se puede hacer en tales situaciones es simplemente servirnos nosotros mismos la comida en vez de permitir a alguien nos corte un pedazo de tarta de chocolate.
Cuando consumir comida basura involucra esfuerzos por nuestra parte, es decir, levantarse, ir a la mesa y tomar algunos bombones, comemos menos que si alguien nos ofrece un plato de bombones.
“Suponemos que este comportamiento se debe a que estar menos involucrado físicamente en servirnos la comida nos permite rechazar la responsabilidad por comer algo poco saludable y así sentirnos mejor después consumirlo”, sostienen los investigadores.
Sin embargo este método no funciona con la comida saludable, notaron los autores del informe, basado en una serie de experimentos.