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ASUNCIÓN.- Con la renuncia del presidente Horacio Cartes a postularse en las elecciones del año próximo, resulta obvio que el proyecto de enmienda quedó desinflado puesto que los oficialistas perderán todo interés en impulsarlo. Al respecto hay varios planteamientos sobre lo que tiene que hacer Diputados; unos quieren esperar la decisión de la Corte, otros plantean darle entrada y rechazarlo y otros, como el titular del Senado, que piden que la cámara lo rechace sin darle siquiera entrada.
La decisión de Cartes tomó por sorpresa hasta a los diputados oficialistas, según lo reconoció el presidente de Diputados, Hugo Velázquez, quien dijo que “era nuestro candidato”. Ante esta situación, es más que evidente que la bancada colorada perderá todo interés en que el proyecto sea tratado y aprobado en la cámara, aunque no se descarta que tanto Frente Guasu como el llanismo del PLRA insistan con el tema puesto que su objetivo era habilitar a Fernando Lugo, pero están muy lejos de tener la mayoría necesaria para aprobarlo.
Así que ahora se analizará qué hacer con el proyecto, que ya cuenta con la aprobación de la mayoría del Senado. Algunos diputados colorados, como Óscar Tuma, plantean aguardar la decisión de la Corte, a la que habían acudido disidentes y opositores con una acción de inconstitucionalidad en contra de la sesión de la Cámara Alta, donde fue tratado el tema.
Esto se complica ahora ya que el “grupete” del Senado decidió recusar a todos los miembros de la Sala Constitucional de la Corte, que era la que debía analizar y decidir sobre la acción presentada. Por lo tanto esto va para largo y, de persistir esta tesis, el tema sería postergado sine die.
El senador por Avanza País, Adolfo Ferreiro, no está de acuerdo con este planteamiento porque considera que el problema tiene que ser dirimido en el Congreso y no en la Corte. Algo parecido piensa Acevedo, quien pidió a su par de Diputados, Velázquez, que rechace el proyecto sin darle siquiera entrada.
La solución más lógica parece ser la que plantean los diputados liberales, que es dar entrada al proyecto y luego rechazarlo. De esta manera no se cumpliría con uno de los requisitos para que la enmienda supere el escollo del Congreso, y es que una de las cámaras no tuviera la mayoría necesaria para aprobarla.
