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Relaciones políticas promiscuas

Casi siempre vemos que las relaciones personales terminan en pésimas relaciones políticas, ya que los sentimientos que unen a dos personas no siempre implican que compartan mismos ideales y trayectoria.

Así que una buena relación personal puede terminar siendo promiscua en el ámbito político, en donde, generalmente, uno se aprovecha de la imagen del otro para beneficio propio. Y empeora cuando la persona con trayectoria y reconocimiento adecuados, renuncia a ellos por proteger a su pareja.

Allí está el caso de Desirée Masi, una política respetada en el pasado, que ha tenido actuaciones importantes durante la época de la dictadura, e incluso después, cuando fue directora del Hospital de Clínicas. Sería interesante saber cuál hubiera sido su actuación en el Congreso, si no dependiera de ella la libertad de su marido, Rafael Filizzola, quien tuvo una efímera y nefasta actuación en la función pública.

Todo lo que hace Desirée, a quiénes ataca y con quiénes se alía, están inspirados por la “sagrada” misión de salvar a “Rafa” de Tacumbú. Cualquiera pensaría que fiel a su trayectoria, ella sería de las primeras en impulsar el juicio político a los ministros de la Corte, ya que su combate a los sinvergüenzas fue bien frontal anteriormente.

Pero no, la senadora del PDP se ha aliado con quienes quieren proteger y salvar a los tres ministros acusados por varios delitos. Y el único motivo de todo esto es que uno de ellos, César Garay Zuccolillo, tiene en su poder el expediente de la causa que involucra a su esposo en lesión de confianza por la compra sobrefacturada de unos helicópteros para la Policía Nacional, cuando era ministro del Interior del gobierno de Fernando Lugo.

Imagínense nomás que Desirée, que formó parte del equipo que enfrentó al dictador y convirtió al Hospital de Clínicas en un bastión de la resistencia, ahora está tete a tete con los stronistas que ocupan bancas en el Senado. Y lo hace con total desparpajo; no solo vota con ellos sino que hasta farrea con ellos como si todo lo que ocurrió hace menos de tres décadas no valiera la pena recordar.

Y todo porque Rafa puede enfermarse si pisa la cárcel. Así que no nos equivocamos cuando decimos que políticamente, la relación Masi-Filizzola –que en la vida cotidiana son un matrimonio de muchos años- es promiscua.

Hay otra pareja política que también tiene mucha intervención en el escenario y una elevada exposición en los medios, como la conformada por el candidato a presidente del PLRA, Efraín Alegre, y la senadora de la misma agrupación, Blanca Fonseca. Ambos, ahora alineados con Robert Acevedo, siempre actuaron en bloque, independientemente de lo que resolviere el Directorio del liberalismo.

Sin embargo, en los últimos días sucedieron hechos que llamó la atención a medio mundo. La pareja liberal no actuó del mismo modo. Mientras Efraín celebraba la elección de Acevedo como titular del Congreso, junto con Desirée y demás senadores que le dieron el voto al cuestionado legislador, Fonseca saludó la nominación pero delimitándose y haciendo duras críticas a la senadora Massi y a su marido, con quienes Efraín mantiene un “trío político” desde hace años, motivando los celos de la dirigente del PLRA.

Así las cosas, lo personal se mezcla con lo político y viceversa, arrojando como resultado enojos, celos, infidelidades o lealtades que terminan descomponiendo todo, empezando por la razón principal por la que están ocupando bancas, en unos caso, o cumpliendo roles dirigenciales en los partidos.

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