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El diario ABC, asociado a un senador no electo e investigado por varios delitos, demuestra un odio visceral en contra de Horacio Cartes, a quien quieren ante ellos como un trofeo, ya que quedó demostrado que a la bicameral no le interesa el “Caso Messer” para el que supuestamente fue creada, sino el mismo expresidente. A pesar de que éste se puso a disposición de la comisión y propone declarar por escrito y bajo juramento, conforme a su condición irrebatible de miembro del Congreso, el editorial del diario habla de “reticencia a cooperar con la investigación”, lo que evidencia una vez más el cinismo y la mala fe con la que actúan.
ASUNCIÓN.- Cuando un medio de comunicación es utilizado para una guerra personal de quienes lo manejan, es cuando se subvierte el papel de la prensa, que queda convertida en un elemento de persecución en contra de los enemigos del patrón. Si, para colmo, ese medio consigue la alianza de legisladores inescrupulosos, que ni siquiera están habilitados para el cargo legal y legítimamente, el resultado es este que estamos viviendo con la bicameral del caso Messer, que se convirtió en un garrote para perseguir y, es su anhelo, castigar al expresidente, a quien responsabilizan por haber perdido los privilegios de los que abusaron durante los gobiernos anteriores.
En su editorial de ayer, ABC habla de la “lamentable reticencia de Cartes”, por no haberse presentado físicamente ante la bicameral, lo que es una mentira repugnante porque el expresidente se puso a disposición de la misma, y prometió responder, bajo juramento, a las preguntas que le fueran remitidas, algo a lo que tiene derecho, ya sea como senador electo y proclamado, o como vitalicio.
En ningún momento, HC dijo que no respondería o ignoraría la convocatoria. Con todo respeto se dirigió a la comisión, y lo único que hizo fue utilizar un derecho que le conceden la Constitución y la ley, de declarar por oficio como integrante del Congreso Nacional. Y conste que muy bien podía actuar de manera diferente, habida cuenta de que la bicameral está presidida por un senador que no es senador, que usurpa la banca que, por derecho, le pertenece al mismo Cartes, y de que el colegiado fue creado exclusiva y excluyentemente para investigar y perjudicarlo a él, y no para averiguar la verdad.
ABC odia a Cartes porque durante su gobierno, el grupo Zuccolillo perdió todos los privilegios que le permitían hacer pingües negocios, algo frecuente con los mandatos anteriores y que espera recuperar con el actual. Y Rodolfo Friedmann, el senador que no es senador, lo odia porque mientras el expresidente permanezca en libertad, en uso de todos sus derechos ciudadanos y políticos, jamás podrá disfrutar tranquilamente de la banca que espera usurpar hasta el 2023.
Uno como medio de comunicación y el otro como presidente de una CBI espuria están ocasionando un grave daño a la institucionalidad del país, porque pusieron en marcha una persecución política y desalmada que hace mucho tiempo no se veía y que pensábamos que había desaparecido para siempre con la ida de la dictadura.
