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Lo mayoría en el Senado ya condenó al senador Javier Zacarías Irún (ANR), pero el mismo sector le dio unas palmaditas en la espalda a los legisladores Desirée Masi (Partido Democrático Progresista-PDP) y Paraguayo Cubas (Cruzada Nacional), a quienes blindó de pedidos de desafuero cuando se pidió. Y ni discutió el caso de su representante ante el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM), Enrique Bacchetta. Esto deja en claro que las cosas no son medidas con la misma vara, y cada vez queda evidencia de una persecución política contra el parlamentario republicano de Honor Colorado.
ASUNCIÓN.- La semana pasada, el plenario de la Cámara Alta decidió pedirle al senador Zacarías Irún que renuncie a su banca. La solicitud lo hizo el senador por Cruzada Nacional, Paraguayo Cubas, y entre los que votaron por el pedido del parlamentario opositor estaban legisladores de la ANR. Dicho planteamiento lo hizo debido a que el político esteño tiene procesos judiciales, que aún están en etapa de investigación.
Pero la mayoría de los senadores ya decidió condenar a Zacarías Irún. El propio Cubas dijo que decisión de la Cámara Alta que insta a Zacarías Irún a renunciar a su banca tiene su peso político, que si bien no puede “echarlo” tiene un mensaje al legislador esteño.
Es el mismo grupo que antes decidió proteger a otros legisladores, manteniendo el fuero de los mismos para evitar que sean sometidos a la justicia. Este es el caso de los parlamentarios Desirée y el mismo Paraguayo Cubas.
Pero el caso más grave fue la del senador Bachetta, quien abiertamente amenazó a una fiscal en el caso del diputado desaforado, Ulises Quintana. El mencionado parlamentario es el representante del Senado ante el JEM. El plenario de la Cámara Alta no trató la denuncia contra el mencionado senador y le dio su respaldo, pese a la gravedad de lo ocurrido.
Con su determinación, los senadores “blindaron” a quien en forma desvergonzada quiso “domesticar” a una fiscal para salvar a un diputado, quien es investigado por sus conexiones con el narcotráfico en la zona Este del país.
Queda en claro que los senadores no usan la misma vara para medir la actuación de sus miembros, lo que deja en claro que existe una persecución política contra los colorados que son de Honor Colorado.
El mismo Senado, que quita los fueros, pide la renuncia de uno, pero blinda a otros, es el que tiene a dos integrantes que no fueron electos, ni proclamados por la Justicia Electoral. O sea son senadores mau, como es el caso de Rodolfo Max Friedmann y Mirta Gusinky.
