ADN Digital
Artículos relacionados
La final interminable concluyó consagrando a River Plate en un partido intenso, pero de baja calidad técnica. Boca anotó en el primer tiempo por medio de Darío Benedetto, y en la etapa complementaria, Lucas Pratto logró el empate. En el tiempo suplementario, el Xeneize sintió los efectos del esfuerzo, con varios jugadores en inferioridad, un expulsado y otro que se fue lesionado. Mientras que los de la Banda hicieron dos más, Quinteros y Martínez, para levantar su cuarta Copa Libertadores.
MADRID.-Entraron demasiado tensos, demasiado ansiosos, imprecisos, pero con la clara intención de no dejar jugar al rival. Los dos. Como si se hubieran puesto de acuerdo para taponarse mutuamente las salidas y entorpecer el juego en la mitad de la cancha. Tanto tiempo pensando en este partido parece que tuvo efectos negativos.
Un primer tiempo demasiado cortado y muy conversado, especialmente por las interminables protestas del capitán de Boca, Pablo Pérez. Ponzio, su colega de enfrente, no se quedaba atrás y fueron amonestados los dos en un partido en una etapa con muy pocas luces.
Esa paridad de mediocampo, irresoluta, frágil de ambos equipos, terminó por hacer pagar tributo a la defensa de River a causa de una gran oportunidad desperdiciada. Esto ocurría sobre los 42 minutos cuando el golero de Boca, Aguirre, perdió una pelota fácil en su marea que no la supieron aprovechar Pratto y Palacios.
De allí se hace de la pelota Nández, cruza para la entrada de Darío Benedetto que supera a los dos centrales de River. De cara frente a Armani, lo vence con un toque sobre la izquierda del arquero, para sellar la apertura del marcador. Boca enfilaba directo hacia la Copa Libertadores.
Pero en el segundo tiempo, River levantó su rendimiento. El chico Palacios tomó la manija del equipo y junto con Nacho Fernández, Quinteros, que entró en el segundo tiempo y Pratto, lograron el milagro. En una gran acción colectiva, a los 22 minutos, Lucas Pratto logró el empate y mandó el encuentro al periodo de alargue. Una final cuya dilucidación se hacía esperar.
Y al comienzo nomás, Boca se quedaba con 10 por la expulsión del colombiano Barrios, a raíz de una falta violenta. Esta, y el cansancio de la mitad del equipo Azul-Oro, físicamente fundido, determinarían el resultado final del encuentro, después de haber luchado a muerte los primeros 15 minutos del alague.
Sobre el minuto 18, otra lujosa acción de colombiano Quintero, autor moral del primer gol de Pratto, le dio a River el tanto del campeonato. Y aprovechando al rival desguarnecido y lanzado masivamente al ataque en busca del empate, Martínez logró el tercero para el cuadro riverista. A esa altura, Boca ya se había quedado con 9 por la lesión de Fernando Gago, fue el capítulo final de una novela que empezó el 17 de noviembre y que tras muchas complicaciones pudo concluir con River campeón.
DETALLES DEL ENCUENTRO
Estadio: Santiago Bernabéu de Madrid, España.
Árbitro: Andrés Cunha (uruguayo)
Goles: 1ºT: 43’ Darío Benedetto (BJ); 2ºT: 22’ Lucas Pratto (RP). Alargue: 3’ Juan Fernando Quinteros y Gonzalo Martínez (RP). Amonestados: Leonardo Ponzio, Ignacio Fernández, Jonatan Maidana (RP). Pablo Pérez, Wilmar Barrios y Carlos Tévez (BJ). Expulsado: Wilmar Barrios (BJ).
RIVER PLATE: Franco Armani; Gonzalo Montiel (Camilo Mallada), Jonatan Maidana, Javier Pinola y Milton Casco; Enzo Pérez, Leonardo Ponzio (Juan Fernando Quintero), Exequiel Palacios (Julián Álvarez) y Ignacio Fernández (Bruno Zucculini); Gonzalo Martínez y Lucas Pratto. DT: Matías Biscay (Marcelo gallardo está suspendido).
BOCA JUNIORS: Esteban Andrada; Julio Buffarini (Carlos Tévez), Carlos Izquierdoz, Lisandro Magallán y Lucas Olaza; Wilmar Barrios, Naithan Nández, Pablo Pérez (Fernando Gago) y Sebastián Villa (Leonardo Jara); Cristian Pavón y Darío Benedetto (Ramón Ábila). DT: Guillermo Barros Schelotto.
