Una gavilla de delincuentes asaltó una estancia y tomó como rehenes a una pareja de ancianos, a la cocinera, un capataz y dos vecinos. El atraco se prolongó por tres horas, pues los criminales se tomaron el tiempo para juntar todos los objetos de valor que encontraban dentro de la casa. El hecho ocurrió en la localidad de Juan de Mena, el domingo a las 19:30 horas, sin embargo, ya cerca de la medianoche, los afectados pudieron liberarse y dar aviso a los efectivos policiales.
JUAN MENA, Cordillera.- El botín que llevaron los malvivientes es producto de la venta de varios ganados. Todo indica que los maleantes conocían del negocio que concretaron los afectados, pues en todo momento exigían dinero en efectivo. Los autores fueron cinco hombres vestidos con ropa de camuflaje.
El establecimiento ganadero es el denominado “Las Mercedes”, propiedad de Félix Ramón Brítez (72) y Febrezvinda Añazco Brítez (71). Según el parte policial, en compañía de la pareja septuagenaria estaba el capataz de la estancia, Juan Alberto Acosta, quien fue maniatado y retenido por los desconocidos, al igual que la cocinera, cuyos mayores datos se desconocen.
Un vecino que llegó a la estancia a entregar un caballo que había pedido prestado y otro hombre que estaba en una motocicleta, también fueron tomados como rehenes. Los delincuentes se apoderaron de G. 30 millones, más USD 2.500, todo en efectivo, así como también joyas y la camioneta de Félix Brítez, en la que se dieron a la fuga.
Según relataron los denunciantes el atraco duró aproximadamente tres horas. Fueron maniatados, golpeados y encerrados en la habitación principal de la casa. Sin embargo, a los bandidos se les olvidó arrebatarle el celular al capataz. Dicho artefacto fue utilizado para llamar a la Policía.
Febrezvinda tienen rastros de golpes en el rostro, pues al momento en que le estaban maniatando, ella pidió que le aflojaran las cuerdas, porque le estaban lastimando. En cuando Félix fue reducido cuando descendió de su camioneta para entrar al inmueble.
Al empleado le aplicaron heridas de gravedad en la cabeza. Los intervinientes encontraron indicios de que los facinerosos cenaron y tomaron cervezas antes de marcharse.