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El sábado se celebró en Caazapá la edición XXVIII del Festival del Ykuá Bolaños. Mientras que en Encarnación se iniciaron los tradicionales corsos del carnaval. ¿Cuál es la relación entre ambos eventos?.
Son acontecimientos muy promocionados este mes, pero sorprendió a los caazapeños cuando en la capital de Itapúa, dentro de la gran promoción se anunciaba el homenaje al destacado escritor y guionista de historietas, Robin Wood y en la ciudad del hechizo una vez más es ignorado.
Ocurre que en el festival caazapeño, cada año se le rinde homenaje a una persona y van casi 3 décadas que se desarrolla este evento y hasta hoy no fue tenido en cuenta éste verdadero embajador caazapeño, reconocido en el extranjero como uno de los máximos representantes nacionales.
Robin Wood, hijo de inmigrantes australianos, nació en la colonia Cosme de Caazapá y el pasado martes fue su cumpleaños, cumplió 73 años de vida.
Ignorado, ¿por qué?. Será por su origen de una familia muy humilde?. Podría ser, porque hasta hoy sus familiares viven en la modestia y se nota que sus abuelos llegaron al Paraguay, allá por el año 1900, no en busca de mejores horizontes y menos pensando en la riqueza, sino más bien tuvieron que huir de Australia a raíz de su militancia en el movimiento político socialista.
Justamente debido a las condiciones económicas de su familia, Robin apenas pudo terminar la primaria. De su abuela recibió el amor por la lectura y a través de los relatos que encontraba pudo saber de historias y lugares que fueron desarrollando su imaginación.
Ya joven se trasladó a Buenos Aires, donde, viviendo prácticamente en la miseria, acude a la Escuela Panamericana de Arte, con el sueño de ser reconocido como dibujante y guionista. Allí es donde consigue publicar su primer guion de historietas con la Editorial Columba.
En 1997 fue distinguido como el mejor guionista del mundo, en la Bienal de Córdoba (Argentina). Recibió el premio de honor en el Festival de la historia del Mercosur, en el año 2000, entre otras distinciones.
En la capital argentina, no hace mucho, recibió otro homenaje y reconocimiento. También en Asunción, hace tres años, recibió una distinción y en esa ocasión, el conocido dibujante Nicodemus, se refirió a Wood destacando que “es una persona sencilla, muy afectuosa, a pesar de esa grandeza que tiene como personaje y creador, es muy amable, humilde y tiene un sentido del humor increíble”.
Mientras tanto, en el “Ykuá Bolaños” fue homenajeado hasta Juan Ángel Napout, hoy procesado en el marco del caso FIFAgate. Ni siquiera es nacido en Caazapá (solo es hijo de caazapeños) y tampoco se sabe de algo que haya hecho por esta ciudad. Sin embargo, fue nombrado hijo dilecto y no tuvo mejor salida, para agradecer por tan inmerecido reconocimiento, prometiendo la construcción de un estadio de fútbol en Caazapá. Fue aplaudido de pie, sin que los ciudadanos hayan entendido que se trataba de una gran farsa, nunca hubo ni proyecto de esa promesa.
Este año un grupo musical, Los Ojeda, fue distinguido y por el simple hecho de haber participado en varios festivales. Ojalá pronto se acuerden de Robin Wood, antes que sea muy tarde. “En vida hermano, en vida”.
