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ASUNCIÓN.- En este momento, la obsesión de la senadora del PDP Desirée Masi es el futbolista Roque Santacruz y su teoría de que Horacio Cartes está detrás de su figura, intentando imponerlo en el ambiente político. Mientras el país estaba pendiente de los comicios de los EE.UU., ella seguía denunciando la manipulación del oficialismo y la venalidad del deportista.
Qué pena que una persona que tuvo tanta credibilidad y trayectoria política se deje llevar por sus crisis mentales que la convierten más en un motivo de burla que en alguien en cuyo criterio se pueda seguir confiando.
Esto es lo que ocurre con Masi, que se ha convertido en una persona poco confiable, descontrolada y mediática, que prefiere el show antes de la oposición seria y que manipula a su entorno con absoluto descaro.
Ahora su obsesión es Santacruz, quien ha anunciado su retiro de la Albirroja, lo que hizo que automáticamente se convirtiera en un títere manipulado por Cartes para imponerlo como candidato vaya a saber de qué, y dale que te pego con la historia esta; lo dice en todas partes, acusa a todo el mundo y ha conseguido que gran parte de los medios de comunicación manifiesten su hastío ante tanto descontrol.
El martes pasado, mientras el país y el mundo se encontraban pendientes de lo que ocurría en Estados Unidos –porque guste o no guste, lo que ocurre en el Norte nos afecta a todos- Desirée centró sus ataques contra Cartes, Santacruz y cualquier periodista que pretendiera destacar la figura del futbolista porque a ella se le metió en la cabeza que hay que bloquear una posible candidatura suya, aunque ni siquiera se sabe para qué. Centró su paranoia en que los medios habían destacado el acercamiento del jugador de la selección nacional con el jefe de Estado.
“Lo comento sin prejuicio alguno. El cartismo está en busca de outsiders. Le conozco como la mayoría de los paraguayos en la faceta del fútbol. No hago juicio de valor. Nosotros necesitamos a más personas que entren y que renueven la política con buenas ideas y más que nada que se comprometan con los problemas de la gente”, intentó parecer razonable e inclusiva.
A pesar de sus temores, no le quedó más que reconocer que hay jugadores que tienen sensibilidad social y que es importante que la política se abra para sectores nuevos, de manera que se vayan renovando las fuerzas.
