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MOSCÚ.- Después de que Estados Unidos echó a 60 diplomáticos rusos por el envenenamiento de un espía ruso en Inglaterra, Rusia no rompe lazos ni (por ahora) anuncia sanciones. En cambio “sigue abierta” a una reunión entre Vladimir Trump y Donald Trump. Así lo informó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
“Depende de la parte estadounidense pero la parte rusa sigue abierta” a una cumbre Rusia-EE.UU., declaró a los periodistas.
Antes de la decisión de Trump de ordenar la expulsión de 60 diplomáticos rusos de Estados Unidos en reacción al envenenamiento del ruso Serguei Skripal, el presidente norteamericano había llamado a Putin para felicitarlo por su victoria electoral, en un llamado en que ambos habrían mostrado intenciones de verse.
Dmitri Peskov dice desconocer “si la parte estadounidense está preparada para hacer lo que dijo Trump”.
El llamado ocurrió el 20 de marzo en medio de un sonoro silencio de Occidente a la reelección de Putin y a pesar de que los asesores de Trump le dijeron que no lo hiciera. Pero lo hizo. Durante la conversación, “se prestó especial atención al tema de la celebración de un posible encuentro al más alto nivel”, informó el Kremlin en un comunicado.
Desde esa conversación telefónica, Trump dio el visto bueno el lunes a la expulsión de 60 “espías” rusos.
Dos docenas de países, entre ellos Estados Unidos y 18 miembros de la Unión Europea, decidieron expulsar más de 130 diplomáticos rusos.
“Veinte o 30 países es sólo una parte de la comunidad internacional”, respondió Peskov cuando se le preguntó por las expulsiones.
Rusia niega su responsabilidad en este envenenamiento y advirtió de que preparaba su respuesta.
