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El ministro de Salud Pública, Carlos Morínigo, destacó que pese al presupuesto limitado con el que disponían en la última etapa de la actual gestión, se concretaron muchos avances para satisfacer la creciente demanda sanitaria. Se ha tenido un aumento del más de 500 por ciento en las consultas médicas en los diversos servicios, lo que también trajo consigo dificultades y faltantes de medicamentos en algunas zonas del país.
ASUNCIÓN.-El titular de la cartera sanitaria afirmó ayer que fueron muchos los logros concretados por la actual gestión, pero reconoció que en Salud Pública las necesidades no cesan y el presupuesto no acompañó el crecimiento que se dio en los diferentes servicios.
“Como Salud Pública hemos absorbido el déficit de dos grandes instituciones como son el IPS y el Hospital de Clínicas, por la misma falta de medicamentos. En la mayoría de los casos, dimos cobertura, inclusive a gente que paga por servicios privados que ha decidido asistir a hospitales públicos”, refirió.
En ese sentido, dijo que le “hubiera encantado contar con mayor presupuesto” para llegar a más personas con una mejor atención. “Crecimos en terapias intensivas y también en ambulancias, además en hospitales como el Nacional de Itauguá y el General de Luque, es decir se hicieron maravillas con el presupuesto que teníamos para llegar a esos logros”, añadió al respecto.
Puntualizó que el 70 por ciento de la población acude a recibir atención en los servicios públicos, el 30 por ciento restante se distribuye entre el Instituto de Previsión Social, Hospital de Clínicas y sanatorios privados. “Los hospitales quedan chicos para la cantidad de gente que recibimos”, subrayó.
Consideró de fundamental importancia que el gobierno entrante invierta recursos para la construcción de nuevos hospitales y refuncionalizar otros cuyas estructuras no sean muy antiguas, de modo asimilar la cantidad de pacientes que se tienen en los servicios.
Al respecto recomendó a las próximas autoridades a que sigan trabajando en la promoción de la salud y prevención de enfermedades, además de contar con los medicamentos para evitar que determinadas enfermedades como la hipertensión, diabetes y las cardiovasculares se vuelvan crónicas y lleguen a un punto que le cueste al Estado millones de guaraníes.
