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La presidente de Petróleos Paraguayos (Petropar), Patricia Samudio, denunció que se “regaló gas” de la empresa, no dijo a quién; se cuidó de proteger el destino del producto. Tampoco presentó documentos que prueben que no cometió irregularidades. Solo desmintió y se escudó en que las acusaciones son parte de una persecución. Cerró negocios privilegiando al entorno del presidente Mario Abdo Benítez. Depositó dinero del ente estatal en bancos privados, contraviniendo la Ley de Presupuesto General de la Nación. Los trabajadores de la empresa exigen su destitución y se movilizarán hasta lograrlo.
ASUNCIÓN.- En reunión de prensa, Patricia Samudio intentó pasar por alto las irregularidades perpetradas en Petropar y que la tienen como protagonista. Denunció una supuesta fuga de gas favor, bajo el rótulo de “regalo”, pero se cuidó de mencionar quien o qué empresa fue beneficiada.
La acusación es contra la administración anterior a la suya –Eddie Jara Rojas- y “mañana (por hoy) a primera hora la Procuraduría de la República presentará la denuncia ante la Fiscalía, respecto a dos situaciones puntuales registradas en la anterior administración”. Nunca reveló la contraparte de la supuesta irregularidad, que probablemente debe ser una empresa que es parte del gremio al que ella pertenece.
En cuanto a las irregularidades que la acosan en estos dos meses, Samudio intentó desprenderse desmintiéndolo y aclaró que “es una persecución política”. Apuntó que “fue una venta normal (de 7,5 toneladas de combustible a empresa ligada al primer anillo presidencial), todas las acusaciones fueron falsas”.
En cuanto a la transferencia de dinero de la empresa del Estado que dirige a entidades financieras privadas, explicó que “son cortinas de humo por temor a que nosotros sigamos adelante con las denuncias que hacemos ahora”, afirmó.
Tampoco se ocupó de aclarar la compra de gas en el mercado interno, pagando US$ 100 más caro que la oferta de las proveedoras internacionales –Argentina y Bolivia- y llamó a licitación interna supuestamente por falta de tiempo.
Al asumir Petropar tenía en stock de gas licuado de petróleo para 30 días, más un contrato vigente con un proveedor argentino que estaba pronto para ejecutar el pedido de aprovisionamiento; sin embargo, Samudio alegó posible desabastecimiento y terminó comprando el producto de un intermediario local, Copesa, de Pedro Balotta, por valor de US$ 3,5 millones, colaborando así para aumentar aún más el precio al consumidor.
Las condiciones contractuales le daba el tiempo suficiente para abastecer el mercado. Usando la misma excusa de la urgencia, igual pudo importar, ya que máximo demora una semana, para lograr competitividad y no terminar pagando US$ 100 más caro por tonelada y, encima, beneficiando a su competencia y perjudicando al consumidor final.
Estos temas que ya están probados con documentos no fueron de interés de Samudio y menos de los medios amigos que obviaron en la reunión de prensa.
Sindicato de petrolera va por la destitución
Los trabajadores sindicalizados de Petropar comenzaron desde ayer sus movilizaciones contra las gestiones de Patricia Samudio, presidente de la compañía del Estado. Exigen al presidente Mario Abdo Benítez que la destituya y hasta lograrlo harán sus manifestaciones.
Alberto Cañete, dirigente del sindicato de la petrolera, llamó a la ciudadanía que los acompañen en jornadas de escrache contra Samudio. “Ella dice que es una persecución contra su gestión, pero no desmiente con documentos las acusaciones de irregularidades que pesan sobre ella. Los trabajadores exigimos que explique, nosotros hemos trabajado mucho, hasta fuera de horario para hacer realidad el funcionamiento de 150 estaciones y no vamos permitir que ella lo destruya”, dijo.
Cañete confirmó que los trabajadores “nos organizamos para las manifestaciones frente a la planta de Villa Elisa de Petropar, por la mala administración de Patricia Samudio, y no vamos a parar hasta que el presidente nos escuche”, apuntó.
El sindicato incluye en sus reclamos la suba del combustible “porque existía carburante para varios días más sin necesidad de aumentar y terminó haciendo negocios con Monte Alegre que en dos días se aseguró más de un millón de dólares más, aumentando el precio”, dijo Cañete.
Aseguran los trabajadores de la petrolera que los emblemas privados se apoderaron de la empresa del Estado “y exigimos al gobierno que ponga las cosas en su lugar, Petropar está para proteger a la ciudadanía pero así como administra Samudio solo favorece a sus amigos empresarios de Apesa y de Capagas”, acusó y minutos después agregó que “acá en dos meses se ven manejos irregulares como, como la transferencia de fondos fuera del Banco Nacional de Fomento, una violación grave de la ley”, dijo.
El dirigente sindical invitó a la ciudadanía a unirse a las manifestaciones que se iniciaron ayer “que traigan sus ollas y pailas para hacer ruido frente a la institución, para evitar que suba la canasta básica familiar con las medidas que se adoptan acá. Solo sufren los pobres y no los ricos”, acotó.
CONTINUARÁ CASTIGANDO AL USUARIO
Como si los aumentos de los combustibles fueran poca cosa, Petropar está “haciendo números” para un nuevo aumento antes que acabe el año. Patricia Samudio, presidente de la empresa, se encargó de explicar que el último reajuste parece que no es suficiente y adelantó que “es probable que en los próximos meses se realice otro aumento”.
Esta probabilidad demuestra que ya no queda nada de la política implementada por la administración anterior que se adelantaba a posibles aumentos a futuro comprando carburantes de reserva a precios anteriores.
“La tendencia sigue alcista, está subiendo y es demasiado, esto es ocasionado por las sanciones de EE.UU. a Irán y además por el invierno en el norte”, explicó la funcionaria.
A diferencia de las previsiones en la época de Eddie Jara Rojas, ahora Samudio asegura que el stock “que posee la petrolera estatal dará abasto solo este mes, por lo que necesariamente luego deberá comprar el producto, que estará más caro”. Hasta julio pasado los depósitos de Villa Elisa almacenaban combustible hasta por 90 días intentando de esa manera mantener el precio.
Ahora eso acabó y según la presidente actual “es muy probable que antes de fin de año se dé un nuevo aumento. Lastimosamente es así, ahora volvió a subir en el mercado internacional. Estamos completamente regidos por el precio internacional y el dólar”, comentó.
