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ALEPPO.- El drama no tiene fin para la familia Daqneesh. Un hermano de Omran, el chico cuya imagen con el rostro cubierto de polvo y sangre en el interior de una ambulancia se convirtió en un símbolo de las víctimas civiles de la guerra siria, murió el sábado por las graves heridas sufridas en el mismo bombardeo. En tanto que la familia debe guardar un perfil bajo para evitar represalias.
“Otra muerte sin sentido de un chico en Siria”, escribió en Twitter Caroline Anning, de Save The Children, mientras la Syria Solidarity Campaign, con base en Londres, habló de un “crimen de guerra”.
El hermano de Omran que murió se llamaba Alí y tenía 10 años. El chico, según había contado su padre, estaba jugando en la calle con algunos amigos y sufrió heridas en el abdomen cuando la casa de la familia Daqneesh fue atacada. Sus otros hermanos ya fueron dados de alta.
Omran, que tiene tres años y no cinco, como dijeron en un primer momento los socorristas, en el instante del bombardeo estaba en el interior de la casa, sentado junto a su padre en un sillón, que se partió por la mitad. Fue el primero en ser socorrido y llevado afuera por su padre, que luego volvió entre los escombros para rescatar a otro hijo y dos hijas, que se salvaron.
Desde el momento en que se difundió la foto, la familia mantiene un bajo perfil en Aleppo porque teme potenciales represalias por la repercusión masiva que tuvieron las imágenes a nivel internacional.
MILES DE NIÑOS SON VÍCTIMAS
Omran es sólo uno más de los miles de niños víctimas de los conflictos armados que asolan a Medio Oriente que rebota en la descomunal crisis de refugiados que afrontar Europa.
Los casos más resonados son el niño Aylan Kurdi, quien apareció muerto en la playa de Ali Hoca Burnu, en Turquía. El chico se había ahogado mientras intentaba cruzar el mar junto con su familia en una precaria embarcación que naufragó. Pese a las promesas de los políticos, que usaron la conmoción causada por su foto para prometer medidas que jamás cumplieron.
