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ASUNCIÓN.- Aunque sería bastante fácil conseguir la mayoría para sacarle la investidura al liberal Carlos Portillo, pedido que fue presentado en la sesión de ayer, pareciera que hay algún acuerdo entre los diputados de congelar el tema, con la excusa de que no hay ley reglamentaria. Había ley, pero fue derogada recientemente. Y en el caso de Óscar González Daher no hubo necesidad de ninguna reglamentación.
Hace tiempo que se habla de la situación de Portillo, desde que en enero pasado se conocieran grabaciones de conversaciones que tuvo, exigiendo un pago de coima y otras lindezas de su parte. Pero no pasa nada porque el efrainismo decidió protegerlo. Y aunque no tiene ninguna mayoría en la Cámara de Diputados, el sector que sigue a Efraín Alegre es experto en negociaciones y movimientos de cintura, por lo que hasta ahora ha conseguido evitar el castigo de “uan, tu, tri”.
El mismo Alegre salió hace pocos días a decir que su compromiso en la lucha contra la corrupción es tan serio, que él mismo le pedía a Portillo que renunciara a su banca y se pusiera a disposición de la Justicia para que se aclaren las denuncias en su contra.
Pero no es extraño que el presidente del PLRA diga una cosa y ordene a sus seguidores que hagan otra muy distinta, ya que sus compromisos, generalmente, no pasan de los discursos. Así que, lógicamente, el efrainismo intenta por todos los medios evitar el tratamiento de la pérdida de investidura de su protegido.
Tal como estaba previsto y sin ningún comentario sobre el tema, ayer tuvo entrada en la Cámara de Diputados el pedido de pérdida de investidura de Portillo, presentado por varios diputados de las bancadas pequeñas de la oposición y el acompañamiento de algunos colorados.
Pero, de acuerdo a varios rumores, esto es solo apariencia, puesto que el tema quedará en el freezer. El argumento que utilizarán para postergar su tratamiento es que falta una ley que reglamente el artículo 201 de la Constitución, que establece la figura de la pérdida de investidura, ley que recién nomás fue derogada y la que no se necesitó para castigar con la medida al colorado Óscar González Daher en el Parlamento anterior.
Lo que les preocupa a los efrainistas es que, al no existir ya la ley, se necesita solamente mayoría simple para expulsar a un legislador de su cámara. Si en la sesión hay 41 presentes (quórum legal), bastaría que solamente 22 de los 80 diputados voten por la aprobación, y Portillo quedaría sin banca y sin nada.
