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ASUNCIÓN.- Samuel Quiñónez tiene 36 años, 2 hijos, es funcionario público y el ejemplo más claro de que el fanatismo puede llegar a límites insospechados. Amante de los tatuajes, no tuvo ningún empacho en marcar de manera permanente en uno de sus brazos los nombres de 2 políticos a los que admira y a quienes considera sus candidatos, el presidenciable Santiago Peña y el precandidato a diputado, Raúl Latorre, ambos del movimiento Honor Colorado.
Al respecto, dijo que “fue algo inesperado el tatuaje. Esto se me pasó por la mente, me estaba tatuando los nombres de mis hijos en un brazo, el miércoles pasado, y ahí nomás decidí poner primero el nombre de Raúl Latorre en el otro brazo”, contó.
No es la primera vez que Quiñónez decide tatuarse el nombre de instituciones o personas que considera fundamentales en su vida. Por eso tiene el logo del club Olimpia y piensa agregar al mismo presidente de la República, Horacio Cartes.
Al referirse a Peña y Latorre, aseguró que “yo soy fanático de ellos, me gustan porque son figuras jóvenes en la política. El doctor Latorre me llamó ayer para felicitarme”.
“Yo lo hice porque quise, no porque me hayan presionado o pagado”, añadió, desmintiendo algunos rumores.
Al respecto, Latorre reconoció que “me excedió esa situación, nunca le pediría a una persona hacerse eso. Esto nos da mucha confianza, recibí varias manifestaciones de gente que se juega por este proyecto. Esta es una expresión donde nos muestra que literalmente se juegan la piel por nosotros”.
