ASUNCIÓN.- Desirée Masi, conocida como la “terrorista de las redes sociales”, utilizó su cuenta de Twitter para lanzar acusaciones falsas contra el diario ADN, acusándolo de mentir sobre la realidad nacional e incitar a la violencia, justamente lo que ella acostumbra a hacer cuando se enfrenta a quienes no comparten su opinión. En nuestras páginas sentamos postura política en base a hechos concretos y a lo que consideramos mejor para el país. Y respetamos a quienes no piensan igual.
Hasta podría resultar gracioso, por lo irónico, que una personaje que fue denunciada por elucubrar atentados contra el presidente de la República a través de las redes sociales, que utiliza su cuenta en varias de ellas para soliviantar a la población y amenaza con “armar quilombo” cuando el Senado trate el proyecto de enmienda, tenga el desparpajo de acusar a nuestro diario de mentir e incitar a la violencia.
Lastimosamente no lo podemos tomar como chiste, porque esta payasada proviene de alguien que es senadora de la Nación y presidenta de la Comisión de Presupuesto de la Cámara Alta, a pesar de haber dado muestras claras de ser controversial, descontrolada y poco confiable; algo así como un mono con Gillette.
El diario ADN Paraguayo tiene una postura firme y clara sobre temas puntuales y por ellos se juega. Sus integrantes no le huimos a la polémica, sino más bien la alentamos, porque estamos convencidos de que todos los ciudadanos de este país, sin distinción de clase social o bandería política, merece ser escuchado y su opinión respetada.
No nos cae bien la senadora Masi; tampoco su marido –que es sospechoso de haberse apoderado de plata que no era suya, sino nuestra- ni sus acólitos, los senadores disidentes y opositores. Y no nos caen bien, no por capricho ni por ideologías diferentes, sino porque estos personajes han demostrado que poco o nada les interesa el país, más que para lo que les conviene y todo su accionar como integrantes de un poder del Estado está guiado por las más oscuras motivaciones.
Pero no planificamos ningún atentado, ni contra Desirée ni contra el resto. Y cuando decidimos publicar algo contra ellos lo hacemos basados en hechos, en opiniones de expertos y las alimentamos con nuestras propias opiniones, porque tampoco somos un medio tibio y no comprometido con la realidad nacional.
ADN opina, polemiza y se compromete. No va por la vida buscando hacer correr “ríos de sangre” o contratando sicarios para atentar contra la vida de nadie, ni siquiera de la senadora Masi o alguno de sus cuates.