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Amenazada por la inminente apertura del proceso de impeachment en el Senado, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, analiza seriamente convocar a elecciones anticipadas, según afirmó el diario O Globo, que citó a fuentes anónimas del Palacio del Planalto. El Senado debe votar la apertura de juicio político el próximo 11 de mayo.
BRASILIA.- De acuerdo con el diario, la presidenta pretende hacer el anuncio por cadena nacional este viernes, cinco días antes de que el plenario del Senado vote si la somete a un juicio político por haber adulterado las cuentas públicas en los últimos años con el objetivo de esconder el déficit fiscal y garantizarse la reelección en 2014.
Dilma, del Partido de los Trabajadores (PT), señalaría a la población que está dispuesta a renunciar a su cargo siempre y cuando también lo haga el vicepresidente, Michel Temer, miembro del hasta hace poco principal socio del PT en la coalición gobernante, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), que asumiría la presidencia en caso de que la jefa de Estado fuese destituida por el Congreso.
Según el plan, de último momento, con ambas renuncias aseguradas al país, el gobierno enviaría al Congreso una propuesta de enmienda constitucional que permitiría que las elecciones presidenciales se realicen extraordinariamente junto a los comicios municipales del próximo 2 de octubre.
La mayoría de los brasileños se ha manifestado a favor de una salida así, según demostró una encuesta de Ibope, que apuntó que el 62% de los consultados estaría a favor de la renuncia de Dilma y Temer para solucionar la grave crisis política que aqueja a Brasil en medio de la recesión.
Otro importante obstáculo que enfrenta esta propuesta es la falta de apoyo que hoy tiene el gobierno en el Congreso, como quedó demostrado con la votación en Diputados. Cualquier enmienda constitucional requeriría tres quintos de cada cámara: 308 votos en Diputados y 49 en el Senado.
Si no hay novedades, el próximo miércoles el plenario del Senado votará por la confirmación de la apertura del impeachment a Dilma; se necesita una mayoría simple (41 de los 81 senadores) para que la moción sea aprobada, y los sondeos afirman que la oposición ya cuenta con al menos 51 sufragios.
De esta forma, Rousseff sería apartada de su cargo por hasta 180 días, período en el que se realizará el juicio político propiamente dicho, y Temer asumiría el poder de manera interina. Si dentro de ese plazo los dos tercios del Senado (54) hallaran culpable a la presidenta, Dilma sería destituida y Temer quedaría a cargo del gobierno por el resto del mandato actual, que acaba el 31 de diciembre de 2018.
