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Todos los involucrados en el hecho de coima en el Detave, descubierto en el “Operativo Brillante” el viernes pasado, están imputados. Seis, de los 12 procesados, siguen prófugos. La causa es por contrabando, asociación criminal y cohecho pasivo agravado y el proceso es impulsado por el Ministerio Público, que pidió prisión preventiva para todas estas personas. El procesamiento fue formulado por los fiscales René Fernández y Josefina Aghemo.
ASUNCIÓN.- El fiscal anticorrupción René Fernández lleva el caso junto con sus pares Josefina Aghemo, Luis Said y Luis Piñánez. Los sindicados están involucrados en una supuesta red de cobro de coimas en Aduanas, entre ellos el general (SR), Ramón Benítez.
Los otros están identificados como Blas Roberto Cabañas, jefe de Operaciones de esta dependencia, y Óscar Samudio Vargas, encargado del puesto de control en Vista Alegre.
A ellos se suman Fredi Rubén Gauto, agente especial investigador encargado de Canindeyú y San Pedro; y Diego González Aguilera, agente especial investigador de Alto Paraná-Yguazú y el agente de Policía Luis Carlos Prudhomme.
Los que están prófugos son los funcionarios Baldomero Barrios Martínez, Porfirio Figueredo Vázquez, Alberto Fernando Andriotti Figueredo, Carlos Alfredo Caballero Arréllaga y Nelson Dani Dielma. También el suboficial de Policía Alan Javier Núñez Colmán.
El “Operativo Brillante” se planeó desde el 10 de marzo pasado, pero se ejecutó recién el viernes 26 de abril, tras semanas de trabajos de inteligencia, según señalaron los responsables de la investigación.
Las autoridades intervinientes: la Unidad Anticontrabando, la Senad y el Ministerio Público detectaron una red de cobro de sobornos que tenía como cabeza al general (SR) Ramón Benítez, titular del Detave, excomandante de la Fuerza de Tarea Conjunta y excandidato a presidente de la República en 2018.
PETTA NOMBRÓ A ESPOSA DE BENÍTEZ EN CARGO CLAVE DEL MEC
El general (SR) Ramón Benítez, hoy detenido director de Detave por un hecho de coima, en el “Operativo Brillante”, fue nombrado en el cargo el 5 de setiembre del 2018. En tanto, su esposa Liz Torres Laconich, a pedido del ministro de Educación, Eduardo Petta, fue nombrada directora general de Auditoría del MEC, un mes después.Tras la detención de Benítez, saltaron otras “perlitas” relacionadas con la familia del militar.
La esposa, despedida de la Contraloría General de la Republica, fue nombrada directora general de Auditoría y encargada de Despacho de la Dirección de Programas y Proyectos, de la Unidad Ejecutora de Programas y Proyectos UEPP, que administra el Fonacide.
El pedido fue realizado por el ministro Eduardo Petta y fue nombrada por el presidente de la Republica, Mario Abdo Benítez, por Decreto Nº 345, del 2 de octubre del 2018.
En el Ministerio de Educación se celebra su “desgracia”, porque al instalarse en su despacho, siguió el libreto y modelo “Petta-Casañas”, persiguiendo a todos los antiguos funcionarios. En tanto que los auditores fueron maltratados y sus gritos preferidos fueron siempre “coimeros, corruptos”. Por lo visto ella más que nadie conocía esas palabras.
El informe sobre la actuación de Liz Torres Laconich, en el MEC, fue proporcionado por los funcionarios de dicha cartera estatal.
Un relato hecho llegar a la redacción de ADN, señala: “Esta es una historia de justicia divina. Ella (Liz Torres) era funcionaria de la Contraloría General de la República. Fue candidata a senadora en las últimas elecciones por el movimiento de su marido, candidato a presidente. Con el gobierno de la gente, Petta la trajo al MEC comisionada y la propuso para Dirección General de Auditoría y logró que la nombrara Mario Abdo”.
Sigue diciendo el escrito: “El ministro, contrario a todo principio administrativo, la designó como encargada de despacho de la dirección dejada por Dalila Zarza en la UEPP (auditora y encargada de despacho de una dirección en la UEPP que ejecuta Fonacide). Hoy tiene que tragarse cada una de sus palabras”.
Agregaron los funcionarios del MEC: “No sabemos cómo esta señora les saludará a los trabajadores, a quienes les trató de coimeros, sin conocerlos y su esposo resultó ser el jefe de la gavilla de coimas”.
