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Semana decisiva para desactivar crisis de los “chalecos amarillos” en Francia

Sosegado por la caída de la movilización de los “chalecos amarillos” durante el fin de semana, que se manifestaron por quinto sábado consecutivo, el gobierno de Francia comienza una carrera contrarreloj para implementar las medidas anunciadas por el presidente Emmanuel Macron.

PARÍS.- El primer ministro, Edouard Philippe, dio el puntapié inicial de una semana decisiva detallando las medidas anunciadas hace seis días por el mandatario.

Entretanto, en las rotondas de las carreteras del país ocupadas por los “chalecos amarillos”, éstos temen ser evacuados por la fuerza en los próximos días.

El Ejecutivo lo pidió expresamente. El ministro de Interior, Christophe Castaner, dijo que ya era suficiente, que los manifestantes deben dejar las rotondas. “¡Ya basta!”, declaró Castaner. El presidente de la Asamblea, Richard Ferrand, del partido de Emmanuel Macron, habló de la posibilidad de enviar a la policía antidisturbios para “liberar el espacio público”.

“Si el gobierno hace eso es que no entendió nada”, señaló un portavoz de los “chalecos amarillos”, Pierre-Gaël Laveder, de Saône-et-Loire (centroeste de Francia). La noche del domingo hubo incendios en varias instalaciones de autopistas del sur de Francia. Desde hace semanas, los peajes y otras instalaciones están siendo dañados.

Este lunes, la empresa Vinci, que gestiona las autopistas, dio cuenta de menos manifestaciones pero aclaró que algunos cruces seguían perturbados, incluso algunos cerrados. “No podemos seguir paralizando la economía francesa, paralizar el comercio de nuestros pueblos, nuestras ciudades”, indicó el ministro de Interior.

Philippe insistió que recibió “el mensaje de los franceses: quieren que vayamos más rápido sobre el poder adquisitivo asociándolos aún más a las decisiones”. Presentó a grandes rasgos las medidas con las que el gobierno espera poner fin a la crisis desatada hace un mes. Entre ellas un aumento de 100 euros mensuales para los trabajadores que ganen el salario mínimo, la desfiscalización de las horas extras o la exención de un aumento de impuestos para algunos jubilados.

Estas medidas tendrán un costo de “10.000 millones de euros” para las arcas públicas, y harán que el déficit alcance en 2019 el 3,2% del PIB, según las autoridades. Para atenuar su impacto en el Tesoro, la administración estatal decidió aplazar un año una reducción impositiva a las empresas que iba a aplicarse en 2019.

La medida se empleará no obstante a las empresas que facturen menos de 250 millones de euros anuales. Estas regulaciones serán presentadas en forma de proyecto del ley el miércoles en el Consejo de Ministros, antes de pasará a la Asamblea el jueves y al Senado el viernes. El gobierno espera que las dos cámaras las aprueben y que puedan implementarse a partir del 1 de enero.

Macron reunirá hoy a sus ministros y a representantes económicos para organizar una gran ronda de debate nacional, anunciada en el marco de las medidas para responder a la crisis. Estas consultas, que deben durar dos meses y medio, tratarán grandes temas como la transición ecológica, la fiscalidad, la organización del Estado, la democracia y la ciudadanía y también la inmigración.

LOS CENTROS COMERCIALES ESTIMAN PÉRDIDAS MILLONARIAS POR PROTESTAS

El número de visitantes de los centros comerciales en Francia en la víspera de Navidad disminuyó en más del 10% en comparación con el año anterior, comunicó el Consejo Nacional de Centros Comerciales (CNCC).  Agrega que “los pocos días que quedan hasta la Navidad no compensarán las pérdidas, que se estiman en 2.000 millones de euros”.

Los representantes del CNCC instan al gobierno a tomar una serie de medidas para apoyar a la industria, entre ellos, asegurar el libre acceso a los centros comerciales y acelerar la aprobación para que trabajen los fines de semana.

Francia vive desde mediados de noviembre una oleada de protestas de manifestantes que visten chalecos amarillos fluorescentes, para protestar por la subida del precio del combustible, aunque sus reivindicaciones se han extendido a otros aspectos como la política tributaria del gobierno que consideran favorece más a los ricos, así como a exigir medidas para aumentar el poder adquisitivo de la gente.

Las manifestaciones, que desde el 17 de noviembre se convocan cada sábado, han derivado en enfrentamientos con las fuerzas del orden, destrucción de edificios y automóviles y otros hechos violentos.

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