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Ante las insistentes versiones lanzadas por disidentes y opositores de que en la sesión de ayer tendría entrada en el Senado el proyecto de reelección vía enmienda, la bancada colorada oficialista decidió retirarse y dejarla sin quórum, a fin de evitar que ocurriera lo mismo que en agosto pasado, que el “grupete” presentara un proyecto trucho y no hubiera suficientes votos para aprobarlo.
ASUNCIÓN.- Los mismos integrantes del “grupete” lo reconocen, están haciendo hasta lo imposible para evitar que el proyecto de enmienda sea presentado, porque saben que si no pueden impedirlo, la reelección ya sería prácticamente un hecho, puesto que superaría las cámaras del Congreso y el referéndum ciudadano.
Así que cuando ayer corrieron fuertes versiones –lanzadas por ellos mismos- de que el proyecto de enmienda sería presentado en la sesión ordinaria, la bancada oficialista consideró necesario retirarse de la cámara, evitando que haya quórum. Lo que ocurre es que luego de lo que pasó el 25 de agosto del año pasado, cuando disidentes y opositores los pillaron de sorpresa con la jugarreta de presentar un proyecto de enmienda, justificar su conveniencia y constitucionalidad, y luego rechazarlo, en una sesión plagada de irregularidades, los colorados oficialistas aprendieron la lección y ya no están dispuestos a dejarse engañar por nadie.
La idea del “grupete” en ese momento era impedir que la enmienda pudiera ser tratada hasta un año después, tal como dispone la Constitución. Sin embargo, cometieron tantos errores que las decisiones de la sesión de agosto pueden, fácilmente, ser anuladas.
Hasta ahora, los únicos que dan fechas probables en las que se presentará el proyecto son quienes se oponen a él. Hace poco nomás, algunos llegaron al ridículo de llevar sus colchones al Parlamento, pensando que la enmienda podría ser presentada de madrugada, y acompañada de tanques de guerra.
Lilian Samaniego se mostró molesta con sus colegas y dijo que no tenía idea de dónde había surgido la idea de que el proyecto sería presentado ayer. Por eso, y ante la experiencia pasada, se retiraron de la sala de sesiones, evitando que algún disidente u opositor tuviera la idea de hacer lo mismo que el año pasado, cuando los proenmienda no tuvieran la mayoría necesaria para aprobar el proyecto.
