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ASUNCIÓN. El proyecto del senador cartista Sergio Godoy, que implica el inicio de la reforma del Estado con la eliminación de gastos superfluos, ya fue presentado el año pasado y no tuvo ninguna trascendencia en la cámara. La situación actual hizo que la bancada de Honor Colorado tome el proyecto y plantee su tratamiento en la sesión extra que se realizará esta mañana, aunque Godoy no tiene mucha esperanza de obtener mayoría.
“Es un proyecto del año pasado que buscaba una reforma en la forma de administrar los recursos y abarca varios aspectos que van mucho más allá de los descuentos salariales, los topes salariales. Apunta a eliminar todos los gastos superfluos, la injusticia de los privilegiados, vales de combustibles, viajes constantes e innecesarios, seguros médicos vip, bocaditos, etc.”, dijo el proyectista.
Luego está el tema de los topes salariales, añadió, “yo había establecido que nadie puede ganar más que el presidente, incluí las binacionales, a pesar del status supralegal que ellos aducen. Hay una cuestión práctica, el que pone a la plana mayor de las binacionales es el presidente de la República. Si se le dice ‘no vas a ganar más que yo’, el tipo acepta o no, pero si no acepta, hay otros candidatos”.
Otro aspecto que toca el proyecto es “la limitación de la contratación de parientes; sistema por demás injusto. Se viola el principio de igualdad que tienen los paraguayos de acceder a un cargo público. Hay contradicciones con lo que dice la Constitución, el trabajo debe darse en condiciones justas; a igual tipo de trabajo, igual tipo de retribución. Vemos diariamente violados estos derechos por la cantidad injusta que se da en el Estado. Esto no es en contra del funcionario público que hace su esfuerzo diario, sino contra los privilegiados por un sistema. Hay una clase empresarial también privilegiada, atornillada con el poder de turno”.
Se incluye también la regulación de la publicidad estatal, “que debe ser exclusiva para situaciones como esta, como una epidemia”, y el tema de los asesores, que son llevados a la función pública por las autoridades de turno, que luego salen pero los asesores se quedan.
“No hay viento a favor. Es un proyecto que ataca estructuralmente un sistema impuesto desde hace años. No hay mucho ánimo de tratar, pero tenemos esta coyuntura y hay una hinchada que está pendiente. Esperemos que se dé y que los muchachos no dejen la sesión sin quórum. Sería muy difícil sostener una posición contraria, porque es real y está constitucionalmente respaldado. Puede que quieran enviar a comisión y allí se debata, y va a las calendas griegas. Es algo constitucional, no es algo tomado como un placebo para dar a la ciudadanía y que después continúe el carnaval. Esto busca un estado eficiente”, concluyó.
