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ASUNCIÓN.- Pasaron 2 semanas desde que el senador “mau” Rodolfo Friedmann prometió presentar una denuncia en contra del expresidente Horacio Cartes por supuestos hechos de lavado de dinero, narcotráfico y contrabando de cigarrillos, basado en un supuesto informe de la DEA del año pasado, que no existe. Hasta ahora sigue amenazando, pero no se anima a cumplir, posiblemente porque no tiene pruebas de nada.
Hace 15 días, Friedmann convocó a una conferencia de prensa para anunciar, con bombos y platillos, y luego de mantener una reunión con el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, que presentaría la denuncia contra Cartes. Aunque dijo que lo haría “en los próximos días” todo parecía indicar que la presentación era inminente, ya que, según el senador “mau”, las pruebas que tenía eran contundentes.
Basaba su presunta denuncia en un informe presentado en los Estados Unidos sobre las actividades ilícitas del expresidente, fechado el año pasado. Pero cuando, desde el país del norte, desmintieron la existencia del documento, Friedmann pareciera haber sufrido un ataque de amnesia, puesto que desde entonces, aunque esporádicamente sigue lanzando amenazas, estas ya no tienen la misma fuerza ni el mismo entusiasmo que semanas anteriores.
De hecho, de manera muy extraña, en la última sesión, de la semana pasada, el trucho no pidió la palabra para hacer alguna denuncia contra Cartes, tal como venía haciendo desde casi el inicio del período. Esto podría deberse a que, de pronto, quedó en off side cuando desde Estados Unidos lo desmintieron.
El verdadero problema de Friedmann es que él sabe muy bien que la banca que ocupa no le pertenece, y la está usurpando porque el verdadero dueño de la misma, que no es otro que Cartes, hasta ahora no pudo asumir como senador de la Nación, a pesar de haber sido electo y proclamado en el cargo.
Desde hace 3 meses, la situación del Senado es absolutamente irregular, porque en su seno se desempeñan como senadores 2 personas que no tienen derecho a estar allí, debido a una decisión arbitraria del expresidente de la cámara, Fernando Lugo, quien usurpó atribuciones públicas y cometió desacato, desobedeciendo abiertamente a la Corte Suprema de Justicia y el Tribunal Superior de Justicia Electoral.
