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ASUNCIÓN. El “férreo” control biométrico (antiplanilleros) aplicado en la Cámara de Senadores al parecer no es tan drástico como se lo presentó al principio. Eso quedó revelado tras un llamativo pedido que hizo la senadora liberal Hermelinda Alvarenga, quien a través de una nota remitida al presidente parlamentario Blas Llano, pidió que una funcionaria, Marta Leiva, sea absuelta de la obligación de marcar el reloj “contralor”.

La petición que no pasó desapercibida por periodistas que cubren la sede legislativa, derivó en una consulta al respecto con la asesora jurídica del Senado, Basilisa Vázquez.

“Los permisos para no marcar se otorga solo a pedido de los legisladores y será solo dos funcionarios por cada congresista”, respondió Vázquez a la emisora Universo 970 AM.

Según funcionarios que diariamente marcan entrada y salida, el tema de “padrinos” que aplican la trampa para evitar que sus apadrinados no marquen en el reloj biométrico, es un asunto que se anunciaba iba a ocurrir.

Hasta el momento son 38 funcionarios del Congreso que fueron sumariados por no asistir regularmente a las oficinas en donde supuestamente trabajan. Pero es vox populi que son muchísimos más los que solo figuran en planillas pero no realizan ninguna tarea.