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ASUNCIÓN.- La misma situación por la que un senador perdió su investidura, otro fue obligado a renunciar y un diputado está desaforado, cuando se trata de Adolfo Ferreiro, no pasa nada. Sus colegas no parecen haber hecho acuse de recibo de que entre los audios del escandaloso tráfico de influencias en el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, aparece él mismo mostrándose “muy interesado” en un caso.
Según Ferreiro, la charla que mantuvo con quien entonces era secretario del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados –del cual forma parte- Raúl Fernández Lippmann, son “vyrorei” y, de ninguna manera, implican tráfico de influencias.
Es más, aseguró que lo que hizo “lo hace todo el mundo cuando tiene un problema jurídico”.
En realidad, en la conversación no se nota que haya un “problema jurídico” sino que parece clara la intención de influir en una fiscala para que cambie de parecer en la investigación de una causa que involucra al actual contralor general de la República, Enrique García. A pesar de esto, los senadores parecen no haberse enterado del caso.
En la conversación, Fernández Lippmann le comenta a Ferreiro (a quien llama “jefe”) que la novia del contralor, la abogada Romina Rolón, fue a visitar a la fiscala de la causa, Nadine Portillo, a quien habría intentado influenciar en la causa que le seguía a García. El que habla en realidad es el exsecretario, quien asegura al senador que “Enrique está preocupado” y que la intención era “tratar de manejar nosotros, estamos manejando bien”.
Habla también del periodista de ABC Carlos Benítez, de quien, supuestamente, la fiscala Portillo dice que “me amenazó. Y le contesté muy mal también porque me dijo que este tema de la Contraloría me puede costar el cargo. Me calenté mucho y agarré y le dije, Carlos yo trabajo por gusto, no por necesidad”.
Lo que queda claro en esta conversación es que, de ninguna manera se trataba de un “vyrorei” sino que es una muestra más de cómo el exsecretario manejaba los hilos de la Justicia, para lo cual contaba con la complicidad de abogados, políticos, magistrados y fiscales.
