ASUNCIÓN.- El control de los mosquitos ha evolucionado de la aplicación de insecticidas a los programas integrados de control, que incluyen la vigilancia entomológica, la eliminación o adecuación de las fuentes de infestación o criaderos, el control larval a través de la aplicación de larvicidas, y la educación pública. No obstante, los insecticidas adulticidas siguen desempeñando un importante papel en el caso de brotes de enfermedades como el dengue, zika o chikungunya.
Una vez que los programas de vigilancia entomológica indican altos índices de infestación larval, se inician las actividades de control focal (eliminación y tratamiento de criaderos). La educación pública es un elemento importante de dicha reducción.
Las fumigaciones son utilizadas por el SENEPA en casos de notificación de sospecha o confirmación de circulación viral. Esta información es proporcionada por la Dirección General de Vigilancia de la Salud. La aplicación se realiza teniendo en cuenta el área delimitada a ser intervenida, el ciclo de vida del vector, las condiciones climáticas, las recomendaciones de aplicación de ciclos de cada producto, de manera a reducir al mínimo los riesgos para la salud humana y para el medio ambiente. Estos plaguicidas son aplicados por funcionarios entrenados específicamente para seguir estas instrucciones. En los sitios se realizan también tareas de control de criaderos.