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El Arzobispado de Asunción, mediante un comunicado, informó que el padre Mario Guerrero Riveros, quien estaba a cargo de la parroquia Nuestra Señora del Carmen, queda suspendido en forma provisoria, mientras dure la investigación. El religioso habría mantenido presuntamente relaciones sexuales con una persona adulta. Sin embargo, quedan muchos casos de denuncias de abusos de sacerdotes contra niños, que van al folclórico oparei.
ASUNCIÓN.- El Arzobispado explica que es una suspensión “ad cautelam” que significa por tiempo provisorio y añade que monseñor Valenzuela actuó de inmediato de acuerdo a las leyes canónicas.
El padre Guerrero se expone a una suspensión por tiempo indefinido en caso de comprobarse esa violación al celibato.
Según los antecedentes, Riveros fue denunciado por presuntamente incumplir el sexto mandamiento de la Iglesia Católica que dicta “no cometerás actos impuros“, por lo que el arzobispo metropolitano Edmundo Valenzuela dispuso su suspensión inmediata que ya se produjo el pasado 14 de junio, cuando se conoció la denuncia, expresó el presbítero Nelson Acosta, vicario judicial.
En ese sentido el vicario sostuvo Riveros está impedido de celebrar misa, entre otras disposiciones, mientras se realiza la investigación, que normalmente puede durar unos 2 meses. Los presbíteros están incluidos en la obligación de cumplir el celibato.
De acuerdo a las informaciones, el propio arzobispo Valenzuela, antes de tomar la medida, se habría presentado al despacho de Riveros en la parroquia y le invitó a desalojar la casa parroquial antes de 24 horas. Por su parte, la feligresía quedó sorprendida porque no fueron informados de los motivos de la suspensión y lo que más llamó incluso la atención es que el viernes la misa ya fue presidida por otro sacerdote y que el párroco no apareció y ni siquiera se despidió de su feligresía.
El religioso afectado por la medida fue secretario canciller del arzobispado, superior de Seminario Mayor, vicario pastoral de la Arquidiócesis y por muchos años párroco en Fernando de la Mora. Así mismo tiene el rango honorífico de monseñor.
IMPUNIDAD DE LA IGLESIA
Según los datos alrededor de cinco sacerdotes argentinos denunciados por abuso sexual estuvieron escondidos en territorio paraguayo, amparados por la Iglesia local y con una llamativa actitud del Poder Judicial, mientras eran buscados por la Justicia del vecino país. Hasta hace poco, uno de ellos seguía ejerciendo y otro continúa normalmente con cargos eclesiásticos.
Así mismo más 10 denuncias en contra de sacerdotes de nuestro país, pero ninguno de ellos están en la cárcel.
