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Mientras aumenta el vendaval de denuncias en contra de Miguel Cuevas, del Movimiento Colorado Añetete y presidente de la Cámara de Diputados, en el cuerpo legislativo parece no pasar nada. Hoy, el denunciado por tráfico de influencias, entre otros varios delitos, como lesión de confianza, presidirá la sesión ordinaria como si no tuviera ninguna cuenta que rendir a la Justicia.
ASUNCIÓN.- Cuevas tiene numerosos antecedentes que demuestran que, en el cargo en el que esté, no tiene ningún problema en violar las leyes si eso conviene a sus intereses, según lo había dicho su correligionario y compueblano, el senador Juan Darío Monges, quien señaló que la deshonestidad del titular de Diputados es consuetudinaria.
Esa deshonestidad, según Monges, quedó reflejada durante el gobierno departamental de Cuevas, cuando fue gobernador de Paraguarí, en donde habría falsificado facturas, contratado planilleros, comprado “lechugas de oro” y, hasta permitido que su hijo negociara con la merienda escolar.
Todo esto fue investigado por la Contraloría, que envió sus conclusiones a la Fiscalía para que se abriera una investigación sobre la actuación de Cuevas en Paraguarí, en lo que sería un delito por lesión de confianza, por un faltante de aproximadamente 40 mil millones de guaraníes.
Pero con todos los documentos, la fiscala Sonia Pereira recomendó al juez Blas Cabriza que desestimara el caso, y en menos de 24 horas, el magistrado así lo hizo, ignorando todos los documentos arrimados por la Contraloría y las muchas denuncias en contra de Cuevas.
Claro que esto no fue gratis, ya que una de las primeras acciones de gobierno de Cuevas como presidente de Diputados fue nombrar a un funcionario comisionado de la Fiscalía y otra del Poder Judicial, como directores en la cámara. Casualmente, ambos están ligados a la fiscala Pereira y al juez Cabriza, lo que parece un pago por favores recibidos.
Así que a todos los delitos anteriores, ahora, quien presidirá hoy la sesión ordinaria de Diputados, también puede ser imputado por tráfico de influencias, delito que les había costado sus bancas en el período anterior a los senadores Óscar González Daher y Jorge Oviedo Matto.
“SIN UNA SENTENCIA NO PODEMOS OPINAR”
La única bancada de Diputados que parece preocupada por el oscuro pasado que rodea al presidente de la cámara es la de Patria Querida, que, incluso, había
presentado un pedido de informes para averiguar sobre la contratación discriminada de funcionarios, supuestamente todos, operadores políticos de Miguel Cuevas. El resto de las bancadas se mantiene en silencio, y según Salustiano Salinas, líder del bloque oficialista liberal de la cámara, “nosotros no podemos tener ninguna postura hasta que salga una sentencia de algún juez. Hasta hoy lo que leemos es en los medios de comunicación. Sería irresponsable de mi parte decir que tengo una postura sobre algo que todavía no tiene una sentencia”.
En cuanto a un eventual pedido de desafuero, dijo que “no hemos negado a nadie, se le da a todos para darles vía libre a la justicia. No creo que haya ninguna negación al respecto. Pero ni así nosotros podemos dar nuestra opinión; solo si hay una sentencia. Para eso está la Fiscalía, para investigar”.
“Lo que ocurre en este país, yo creo que es uno de los pocos en donde el fiscal imputa y después investiga. El papel de un fiscal es investigar y luego de tener todas las pruebas, imputar. Pero a veces acá se imputa a la persona y había sido que no era así, y a vos ya te mancharon por algo que no existía”, concluyó.
