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ASUNCIÓN.- Cada vez son más intensos los escraches en contra del presidente de la Cámara de Diputados, el abdista Miguel Cuevas, denunciado ya por lesión de confianza, a lo que se sumó un nuevo caso, esta vez de un concejal de Ybycuí, que lo denunció por el mismo delito. Pero los 79 legisladores restantes parecen no darse por enterados y ni siquiera se habla de la posibilidad de destituirlo o, por lo menos, sacarle la presidencia.
Si bien los delitos son diferentes, el caso de Cuevas podría resultar hasta parecido al del liberal Carlos Portillo, quien está a punto de perder su investidura, por tráfico de influencias y cohecho pasivo.
Incluso la situación del abdista podría considerarse peor, puesto que lo acusan por lesión de confianza por una cantidad de irregularidades que se habrían cometido durante su administración al frente de la Gobernación de Paraguarí.
Sin embargo, ningún diputado, ni siquiera los del Partido Patria Querida y Encuentro Nacional, que impulsan la pérdida de investidura de Portillo, planea siquiera la posibilidad de que el pleno decida sacarle la Presidencia del cuerpo, teniendo en cuenta que alguien con serias dudas sobre su honestidad y honorabilidad, y, además, en el centro de la tormenta, pueda representar a un poder del Estado.
Aunque no se haya dado antes la situación de que el presidente de una de las cámaras sea alejado del cargo por sus pares, no tiene por qué haber impedimento para que esto pudiera ocurrir. Pero parece que los diputados –de todas las bancadas- consideran que es poco menos que un cargo inamovible durante los 12 meses que dura su mandato, puesto de lo contrario resulta inentendible la actitud de “simaspenas” que tienen cuando se les pregunta sobre el tema.
Pero los escraches en contra de Cuevas continúan, de manera cada vez más intensa, lo cual hace que en la opinión pública se haya despertado el interés sobre los negociados que salieron al aire mediante una investigación del diario La Nación, que puso desnudo todas las irregularidades cometidas por Cuevas y un hijo suyo, en Paraguarí.
A todo esto se suma ahora la denuncia del concejal municipal de Ybycuí Ezequiel Cáceres López, quien lo acusa por los hechos punibles de enriquecimiento ilícito y lesión de confianza y a su esposa, Nancy Florentín de Cuevas, por cobro indebido de honorarios.
