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ASUNCIÓN.- La denuncia de la indígena Amalia Flores, por violación, contra el candidato a vicepresidente de la República por la oposición, Leo Rubín, fue ignorada por los organismos feministas y de Derechos Humanos, que cerraron los ojos y no le brindaron ninguna asistencia. Los únicos que están acompañándola son las dependencias del Estado, a las que tanto critican, como la Secretaría de la Niñez y el INDI.
Aunque algunas representantes de colectivos feministas y de Derechos Humanos aseguran que sus organizaciones se dedican más a ámbitos como la contención y el acompañamiento de las víctimas de violencia, lo cierto es que no se ha visto a ninguna de ellas haciéndolo con Flores, ni siquiera ofreciéndole asesoría legal.
Desde la semana pasada, cuando salió al aire el video de Flores, quien denunciaba a Rubín por haberla violado hace 18 años, como consecuencia de lo cual tuvo una niña, la mujer se ha desempeñado prácticamente sola, puesto que si bien se presentó ante la Defensoría Pública de Filadelfia, fue solo para hacer una consulta y no para conseguir que el defensor la represente en el caso. Quienes están acompañándola son los representantes de la Codeni de Mariscal Estigarribia, más que nada para limpiar el nombre de la institución luego de su inexplicable silencio de más de 3 años de haber recibido la denuncia del hecho.
En cuanto a las organizaciones del Estado, han tomado cartas en el asunto la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia y el Instituto del Indígena, justamente entidades que suelen ser víctimas de fuertes críticas por parte de organizaciones no gubernamentales, que ahora prefirieron mantenerse en silencio y desviar la mirada para no comprometer su opinión sobre el caso.
Cuando fueron consultadas 2 integrantes del Colectivo Nacional de Mujeres Rurales e Indígenas (CONAMURI), una de ellas evitó referirse al caso en particular y la otra, si bien reconoció que no existía un pronunciamiento del sector ante esta denuncia, agregó que su organización no tiene interés en el posicionamiento mediático.
Más allá de las excusas, hay una clara percepción de que estas organizaciones, que tienen como fin principal la protección de la mujer contra toda forma de violencia, decidieron ignorar la denuncia contra Rubín, dejando de cumplir con uno de sus objetivos principales.
