Inicio / La visión de ADN / Simples charlatanes

Simples charlatanes

Uno de los principales “delfines” de Fernando Lugo, el senador por el Frente Guasu, Hugo Richer, “denunció” a los gritos ante sus colegas de la Cámara Alta a periodistas y todos aquellos que pretenden darle“credencial democráticas” al presidente Horacio Cartes y lo acusó de buscar acabar con el Mercosur. Y hasta lo hizo en tono ofuscado, como si eso infundiera temor alguno. Sin embargo, en otro momento de su alocución, hizo una defensa acérrima de la presidencia pro témpore del bloque para Nicolás Maduro y no le tembló la voz al decir que su agrupación exige a todos los gobiernos el respeto a los Derechos Humanos, “sean capitalistas o socialistas”, invitando a los que opinan que dichas garantías son violentadas en Venezuela, a “que presenten las denuncias que correspondan”.  ¿Cómo pueden conceptuarse tales afirmaciones? ¿Cómo un acto de hipocresía, cinismo o insania?

Vayamos por parte. Primero, los periodistas, como cualquier ciudadano, tienen derecho a ser “cartistas”, “maristas”, “llanistas”, “efrainistas”, “nadistas” y…hasta “luguistas”, como los hay, y no son pocos.  Y segundo, por qué razón los trabajadores de prensa deberían retirar las “credenciales democráticas” al presidente? ¿Porque hay presos políticos, como en Venezuela? NO. ¿Porque se persigue a la oposición, se amenaza con echarla del Congreso y se la reprime ferozmente cuando se manifiesta, como lo hace Maduro? NO. ¿Porque tiene más de 40 muertos en su haber, como sí los tiene el gobierno “bolivariano”?. NO. ¿Porque controla férreamente los sindicatos y las organizaciones sociales, al igual que el chavismo? NO. Entonces, Richer tiene que explicar el motivo por el cual habría que aplazar a Cartes en materia democrática y ni siquiera poner en duda la “buena” calificación de los “socialistas” del Siglo XXI.

Claro está que los ahijados de Lugo, como el senador en cuestión, tienen una larga historia de apoyo a regímenes dictatoriales. Han defendido por siempre al castrismo y su “revolución”, la perpetuidad en el poder, el sistema de partido único, la proscripción de la oposición y el “pyraguereato” como mecanismo de control social, por citar algunos rasgos del “modelo” defendido por estos carentes de autoridad moral para tan siquiera hablar de democracia. Pero mucho ojo con criticar a Fidel, a su hermano Raúl, a Nicolás o al golpista de Daniel Ortega, porque quien lo hiciere será calificado automáticamente como “empleadito” de HC y/o agente del “imperio”.

La desfachatez de Richer alcanza niveles superlativos cuando afirma que Cartes pretende destruir el Mercosur. Algo de lógica podría encontrarse en sus expresiones si nos retrotraemos  al 2013-2014, cuando el Mercosur era un “club de amigos” del mismo signo político, con Dilma, Cristina, Mujica y Maduro. Sin embargo, el gobierno paraguayo se reintegró inmediatamente al bloque, después de la arbitraria suspensión de la que fue objeto tras la destitución de Lugo, y no hubo ningún problema de funcionamiento, más allá de los que vienen sucediéndose desde la suscripción del Tratado de Asunción. Consecuentemente, si en aquella época la política fue impulsar la integración, sería de idiotas abandonarla en el presente, cuando cambió el escenario político y el gobierno tiene afinidades con el de Argentina y Brasil.

La realidad es exactamente la opuesta a la que pinta el senador. Los conflictos se iniciaron precisamente cuando se integró Venezuela al Mercosur. Su gobierno es el principal responsable de la crisis por la que atraviesa y, junto con éste, sus últimos parientes políticos que se mantienen en el organismo, es decir Uruguay, que obstruye toda posible salida al laberinto en el que se encuentra.

Para desgracia del legislador luguista, del exobispo y de toda su pandilla, ni la inmensa mayoría de la sociedad piensa como ellos, ni tampoco la comunidad internacional. Y en cualquier foro que sostengan lo manifestado por  Richer ante el pleno del Senado, solo harán el ridículo, dejando al desnudo lo que en esencia son: simples charlatanes, sin ningún apego al régimen democrático.

Commentarios

comentarios

Mira también

Nunca es tarde

Fue en una conversación casual entre amigos, en estos días calurosos de finde. Por supuesto …