ADN Digital
A veces se adoptan medidas que a cualquier ser pensante y con una pizca de sencibilidad social le resulta imposible asimilar. Es el caso del anuncio hecho por la Administración Nacional de Electricidad (ANDE), a través del ingeniero Félix Sosa, sobre el castigo que impondrá a los usuarios que hayan acumulado una deuda de tres meses: ¡A informconf!. Sabemos lo que esto implica en nuestro país. Casi a una muerte civil, pues a partir de ese momento, el afectado, que ya no tiene luz en su casa, tampoco tendrá la posibilidad de acceder siquiera a un trabajo formal, si está desempleado, o de sacar una plancha a cuotas, si tiene la suerte de hallarse en el circuito laboral.
Los problemas financieros de la repartición están a la vista y se manifiestan en un servicio de mala calidad, por momentos pésima. Los cortes de electricidad son frecuentes y cada vez mas largos, sobre todo en verano. Hasta una brisa algunas veces puede ser suficiente para la interrupcción del suministro. Y todo esto obedece no solo al aumento del consumo, que es un factor importante porque viene creciendo de manera sostenida, sino, principalmente, a que la ANDE no invierte lo necesario en concepto de mantenimiento y expansión desde hace muchos años.
A esto se suma el alto nivel de morosidad que efectivamente existe, superior al 12%, lo cual representa una suma que rondaría aproximadamente los 75 millones de dólares. Pero entonces, en lugar de promover un debate acerca de cómo administrar los recursos que la ANDE genera por sí misma, qué porcentajes destinar a su funcionamiento y proyección, entre tanto se definen lineamientos para ir regularizando la situación de los deudores, salió algún “genio” de la lámpara y dijo, “carguemos contra ellos”, amenazándolos con enviarles a Informcomf.
El funcionario informó que la primera etapa del “plan” se inició con grandes clientes, 14 en total, cuya deuda total es de 174 millones de guaraníes y monedas, quienes serán borrados de la “lista negra” una vez que cancelen la cuenta. 14 sobre decenas de miles, los cuales en su inmensa mayoría no son “grandes”, sino medianos y pequeños.
Por otra parte, la ANDE cuenta con los mecanismos coercitivos necesarios para cobrar sus deudas. Es muy simple, el que no paga, se queda sin luz, y para reconectar el servicio debe saldar el monto en mora. ¿Por qué entonces agitar el “cuco” de pasar los datos a una empresa, cuya misma existencia es incluso motivo de no pocas polémicas, al costo de agravar los problemas del prójimo que no tuvo para pagar su cuenta?. ¿Acaso no es suficiente con dejarle a oscuras?.
Además de la manifiesta ineficiencia administrativa de la ANDE para brindar un servicio de calidad y su evidente incapacidad en materia de cobranza, la medida de recurrir a la tenebrosa Informconf bien puede caracterizarse no solo como una salvajada social, sino también política, que generará el malestar y antipatía de miles de usuarios, no contra el presidente de la entidad, a quien nadie conoce, sino contra el gobierno, que es el que siempre termina pagando los “platos rotos” por culpa de la genialidad de algunos diletantes.
Por suerte la ineptitud es tan grande, que el propio Sosa mencionó que los morosos no ingresan automáticamente a Inforcomf “porque la ANDE no tiene la capacidad técnica” para el efecto. Y esperemos que en este campo no registre ningún avance, que se mantengan así mismo, inoperante, hasta que desde niveles superiores del Ejecutivo corrijan tamaño disparate.