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ASUNCIÓN.- El ministro del Interior, Juan Ernesto Villamayor, habló sobre la polémica desatada por el reclutamiento de menores para el Servicio Militar Obligatorio (SMO). Dijo que las denuncias presentadas hacen referencia a la protección de los derechos del niño; sin embargo, explicó que la doctrina apunta a que se debe consultar al menor (sobre su participación) y no se lo puede obligar.
Por otra parte, manifestó que la objeción de conciencia hoy se reduce a decir “no tengo ganas de ir al cuartel”. También hay personas que deciden no tocar armas en el servicio militar obligatorio, “pero te salen motochorros y tocan armas para cometer asaltos”, apuntó.
Con respecto a la protección de los derechos del niño, dijo que evidentemente las personas que hicieron esa tarea buscaron una gran figuración política, pero desconocen las normas, “porque si vamos por el derecho del niño, la doctrina apunta que los derechos del niño deben ser consultados, qué es lo que quieren. Es decir, el niño podría superar la barrera, porque lo que hay que hacer es consultar su voluntad”, refirió.
Según Villamayor, al niño no se le puede imponer su voluntad, esa es la filosofía en el marco de la aplicación de los derechos del niño. Afirmó que las FF.AA. o el SMO no pasan de una posición política, no jurídica y no proteccionista, sencillamente es una postura política y ahora estamos en un debate político.
Indicó que la norma puede estar muy mal redactada, cuando se hace extensiva. Además, la prescripción de no utilizar personales de menor de edad en el SMO tiene poco que ver dentro del sistema jerárquico de las FF.AA., porque el CIMEFOR es un sistema que exime del cumplimiento del SMO, es decir si uno es liceano (Liceo Nacional Acosta ÑU) o cimeforista, se le da por cumplido el SMO.
El secretario de Estado explicó que el Liceo y los centros vocacionales son de enseñanzas que tienen como finalidades por un lado, la formación en armas y por otro, en determinadas aptitudes.
Ratificó que la ley también refiere a los centros vocacionales que pueden ser agrícolas, entre otros. Dijo que en el Liceo, por ejemplo, entran jóvenes con 15 años de edad y no hay normas que puedan proscribir eso, porque es un centro de enseñanza donde a la salida se da por cumplido un ciclo de la educación, que no guarda relación con la formación militar.
