ASUNCIÓN.- No frena el debate relacionado a las imposiciones tributarias a los grandes productores de granos. Las estimaciones oficiales destacan que la soja representa el 65% de los negocios agropecuarios y en su conjunto, componen el 40% del Producto Interno Bruto (PIB). Esta oleaginosa ocupa una superficie del 10% del territorio paraguayo y según los mismos sojeros son generadores del 25% del empleo nacional.
Sobre esa base José Berea, presidente de la Cámara Paraguaya de Exportadores y Comercializadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco) estima que los aportes tributarios reflejan la realidad del sector.
Aclara que “el ingreso de divisas no es el resultado final; este es un negocio que mueve mucho dinero, pero no así a las utilidades ya sea del productor como de la cadena de intermediarios; pero nosotros tenemos todos los impuestos que afectan al sector; IVA (10%), Iracis (10%), Iva Agropecuario (5%) cuyo 50% queda directamente en las arcas del Estado, que aproximadamente suman US$ 100 millones, además de otros impuestos menores, directos e indirectos”.
Estas declaraciones se encuadran en la discusión que divide a los productores y las agroexportadoras. Capeco asegura que “el impuesto a la soja lo paga el productor y no las multinacionales exportadoras”. Esta postura la apoyan los otros gremios: Fecoprod, Unión de Gremios de la Producción y la Cámara de Oleaginosas.
“Para nosotros, por ejemplo, el IVA al 10% es un gasto muy grande para nosotros, cuando un productor adquiere una nueva maquinaria debe pagar 10%, lo mismo cuando compra una bosa de fertilizantes, lo que pretendemos es lograr la igualdad tributaria de todas las demás actividades económicas del país”, destacó Berea.