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La situación ganadera es grave desde todo punto de vista, dijo el Dr. Manuel Riera, vicepresidente de la Asociación Rural del Paraguay (ARP). “Las inundaciones plantean varios problemas uno de ellos es que no se puede vacunar a los animales y nos encontramos en plena etapa de inmunización. Además la gente no puede sacar su ganado para vender y también estamos por entrar en etapa de parición de las vacas, probablemente va haber terneros que nacen en el agua y van a morir. Por último el pasto está bajo agua, cuando su nivel, tras 15, 20 ó 70 días dependiendo de cuan cerca están las propiedades del río ya estará podrido”, se lamentó el ganadero.
“El gobierno debería mostrar más señales, porque no puede seguir gastando en un ferrocarril que no existe , en una planta de cementera improductiva, en un Metrobús “fantasma”, tener una COPACO que no comunica a nadie, además es ineficiente y solo hace negociados. El Estado debe mostrar que no está dispuesto a consentir estos despilfarros de recursos”.
ASUNCÓN.- El Dr. Riera explicó que las zonas más afectadas por la crecida del río Paraguay, corresponden a los departamentos de Misiones y Ñeembucú; mientras por el río Pilcomayo, especialmente al margen izquierdo de la ruta Transchaco, están bajo agua. Además respondió a las siguientes preguntas:
ADN.- ¿Cuáles son los problemas puntuales que afrontan los ganaderos.
MANUEL RIERA. La inundación plantea varios problemas y uno de ellos es que no se puede vacunar a los animales y nos encontramos en plena etapa de inmunización.
Asimismo, la gente no puede sacar su ganado para vender y estamos también por entrar en etapa de parición de las vacas, probablemente va haber terneros que nacen en el agua y van a morir. Ante esta última situación va a reducirse el porcentaje de marcación este año.
Por otra parte, dado que el pasto está bajo agua, cuando baje el agua, tras 15, 20 ó 70 días dependiendo de cuan cerca se encuentran las propiedades del río, ese pasto va a estar podrido y como ya estamos a la puerta del invierno probablemente no se va a recuperar. Eso va generar un problema de forraje para los animales.
Con el agravante del invierno, la falta de pastos, la reducción de la marcación o de la cría, la imposibilidad de vender los animales, los caminos intransitables y la caída de los precios, el pronóstico para la ganadería es bastante reservado.
ADN.-¿Cuáles serían las soluciones a aplicar?
MANUEL RIERA.- Hay un montón de campos que no están cerca de las áreas de desbordes de los ríos que cuentan con forrajes, pueden vacunar y mover sus haciendas. Lo que se está buscando es encontrar campos disponibles para poder auxiliar a los ganaderos afectados por las inundaciones o la posibilidad de producir forrajes o fardos. Cortar el pasto, hacer fardos y poder llevar a aquellos lugares donde se necesitan alimentos.
Además existe la posibilidad de alimentar a los animales con granos, es decir, cosechar sorgos o maíz que están en etapa de recolección y poder hacer ensilajes, pero el costo es muy elevado y encarece la producción en un momento en que la caída de los precios no deja un mayor margen para brindar soluciones de alimentación.
“Con el agravante del invierno, la falta de pastos, la reducción de la marcación o de la cría, la imposibilidad de vender los animales, los caminos intransitables y la caída de los precios, el pronóstico para la ganadería es bastante reservado”.
ADN.- ¿Cuál es otra preocupación de la ARP?
MANUEL RIERA.- La Asociación Rural está manifestando su preocupación frente a todos estos problemas y además la Reforma Tributaria que se nos viene va a ser un incremento de impuesto. Si bien es cierto, si este año es promulgada y en el 2020 es aplicada, recién en el 2021 se sentiría el efecto, entonces habría que ver qué impacto tiene eso, pero indudablemente nosotros necesitamos que el Estado empiece a racionalizar los gastos, mejore la calidad del gasto, aumente la eficiencia y la base tributaria e invierta para resolver todos los problemas de los caminos.
Es muy fácil aumentar la presión tributaria, pero existen un montón de problemas que tenemos que resolver lo que estamos en el sector privado.
ADN.- ¿De qué manera influirían todos estos problemas en la exportación de carne?
MANUEL RIERA.- En la exportación de carne no va influir determinantemente por que los frigoríficos en estos momentos están operando solo en un 60% de su capacidad instalada y están recibiendo el ganado. Lo que va a ser preocupante es si sigue bajando los precios de la carne a nivel internacional y continúa las dificultades para atender las obligaciones del sector cárnico.
Esto hará que se empiece a sacrificar vientres y al hacerlo otra vez se reducirá el hato ganadero, que podría bajar nuevamente a 13 millones de cabezas y perjudicaría a la exportación porque habrá menor capacidad extractiva.
ADN.- ¿En estos momentos que pedirían al gobierno?
MANUEL RIERA.- En realidad el sector privado quiere recurrir lo menos posible al gobierno. Lo que nosotros pedimos al Banco Central del Paraguay (BCP) y ya dictó la resolución, es el sistema de previsión y recalificaciones de créditos al sector, que permita que las refinanciaciones de los créditos no impliquen previsiones y reclasificaciones, y cosas por el estilo. Asimismo al Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (SENACSA), lo que se le pidió fue retrasar el periodo de vacunación contra la fiebre aftosa y brucelosis, en las zonas afectadas por las lluvias, porque hay regiones en donde se puede hacer. Porque también es importante que la inmunidad empiece a instalarse en el país.
Referente a la reforma tributaria, le pedimos al gobierno, que mantenga en estos momentos los niveles impositivos.
ADN.- ¿Qué es lo que más requiere el país?
MANUEL RIERA.- Tenemos que ser más eficientes en el control del contrabando. Habría que ver la forma de evitar que los productos internos tengan la competencia desleal del ingreso de mercaderías de los países vecinos, entre ellos la carne. Según se estuvo viendo también este último entró de contrabando y eso complica.
Además tenemos otro problema a nivel interno, el precio de la carne no bajó en las góndolas de los supermercados. Sin embargo, si para el productor al vender sus animales. Es decir, alguien se está quedando con esa diferencia.
ADN.- ¿La suba del combustible influiría en la ganadería?
DR.MANUEL RIERA.- Claro que afecta, hay que tener en cuenta que todo lo que se mueve en este país es a base de combustible. Lamentablemente, el derroche de los recursos es impresionante en el Paraguay, el gobierno gasta sumas siderales en un ferrocarril que solo existe en los papeles y siendo nosotros un país mediterráneo deberíamos estar atravesados por ferrocarriles para poder mover más fácilmente las cosas.
Sin embargo, todo se mueve por carreteras que están rotas y a través del uso de un combustible que cada vez está más caro porque que hay tener en cuenta que la reducción de la exportación de granos y carne, está afectando al costo del dólar y este influye sobre el combustible y aumenta el costo de producción. Pareciera que actualmente todo está en contra de la economía.
ADN.- ¿Cómo observa el panorama económico del país?
MANUEL RIERA.- Lo bueno del país es la estabilidad macroeconómica y esto hace que la gente tenga confianza, con ella aumenta la inversión. Hay que tener en cuenta que la inversión genera desarrollo y este a su vez empleo, pero el Estado debe seguir construyendo esa confianza, porque hay señales preocupantes: “Hacia dónde vamos”.
Todo saben que el dinero es cobarde y cuando el dinero se asusta, el sector privado deja de invertir y eso si es peligroso.
Las obras públicas no son las únicas herramientas que tiene el Estado para desarrollar el país, puede hacerlo enviando un mensaje claro sobre la calidad del gasto. Hay señales claras por ejemplo, el retiro de la implementación de los consejos en las instituciones públicas. Asimismo, la supresión de los parlamentarios del Mercosur.
Sin embargo, debería de mostrar más señales, porque no puede seguir gastando en un ferrocarril que no existe , en una planta de cementera improductiva, en un Metrobús “fantasma”, tener una COPACO que no comunica a nadie, además es ineficiente y solo hace negociados. El Estado debe mostrar que no está dispuesto a consentir estos despilfarros de recursos.
Encima tenemos en puertas las negociaciones del tratado de Itaipú, que cuando uno mira a la gente que Brasil puso al frente y hacemos con la gente que ponemos nosotros no deja de ser un tema preocupante en una negociación altamente compleja, donde no solamente hay problema de potencia energía o capacidad de comprar potencias, sino capacidad de generar líneas de distribución. Además hay que tener en cuenta que todo el complejo del sistema de administración de agua está en manos de Brasil.
Todo el agua que nosotros recibimos es administrada por el vecino país en un régimen de cuencas que van liberando cantidad de agua y todo sabemos que el nivel del lago de Itaipú es el que determina el costo de la energía generada.
