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La condición de “país tomador de precio” ubica a Paraguay en las variables internacionales, más el comportamiento del dólar presionan sobre los precios finales del Gas Licuado de Petróleo (GLP), además de ello se acaba el stock con costos anteriores, es la constante explicación de Patricia Samudio, presidente de Petropar. Sin embargo, llama la atención que el GLP tendrá un aumento de hasta G. 1.000 por kilo, cuando hasta julio la compañía mostraba que existía un margen de ganancia con un precio mucho más bajo. El aumento de este carburante supera ampliamente al de los demás combustibles.
ASUNCIÓN.- Hasta hace algunos días, el precio del Gas Licuado de Petróleo (GLP) de Petropar mantenía un precio altamente competitivo. La fluctuación del precio internacional del GLP impactaba en la estructura de costos de la compañía, pero mantenía un importante margen que permitía G. 5.000 el kilo al consumidor final.
Estas variables, según Patricia Samudio ya no se puede sostener por dos factores importantes, el precio internacional y la escalada del dólar; sin embargo, los cálculos de sectores vinculados a este negocio que “G. 1.000 por kilo es un aumento dramático, es un precio que solo favorecerá a los emblemas privados”. Hasta julio, las compañías del sector estaban reguladas por la competencia de Petropar y ninguna de ellas quebró por caer sus ganancias.
Una fuente de ADN en Petropar dijo que en todo este movimiento “existe una particularidad, si antes los emblemas seguían las variaciones de precios que imponía Petropar, hoy es totalmente al revés; Copetrol, Petrobras y otros manejan el mercado”.
Samudio anunció que desde el lunes aumentarán los precios de todos los combustibles y en el caso del Gas Licuado con Petróleo, comercializado para el consumo doméstico se experimentaría una suba de G. 500 a G. 700 por kilo y hasta G. 1.000. Pedro Ballota, empresario y presidente de la Cámara Paraguaya del Gas, destacó que su gremio “aumentaría hasta G. 1.000 por kilo”, aunque agregó que estarán estudiando otras variables.
Aseguró la presidente de Petropar que “analizamos los números en frío para que los nuevos precios tengan el menor impacto en el bolsillo del usuario y para que sean duraderos”.
Ballota apuntó que “los precios actualmente no son los reales; hace años estamos con una competencia totalmente desleal con una institución que subvencionaba los precios”, dijo apuntando a la gestión anterior de Petropar.
ECONOMISTA DICE QUE LOS AUMENTOS NO SERÁN FUERTES
Existen variables en la Canasta Familiar que hace que el impacto al bolsillo no sea tan fuerte como el ciudadano lo percibe, según Gloria Ayala Person, analista de Cadiem Casa de Bolsa.
La profesional, especialista en manejo de la microeconomía, apunta que “el impacto no es muy fuerte porque así como algunos productos suben otros bajan. Cuando visualizamos a nivel del impacto porcentual vemos variables muy pequeñitas, además esta es la época típica de los ajustes de precios, esto pasa todos los años con el Índice de Precios al Consumidor (IPC)”.
Apunta que “el IPC tiene un impacto diferente a cada persona y cuando se habla del consumo en la percepción particular, el consumo propio varía tremendamente porque depende de qué cantidad de bienes se está utilizando y la cantidad, precios y calidad de lo que se consume”.
Argumenta su teoría: “Hay gente que menciona que es mentira el índice inflacionario porque su consumo es más elevado, pasa que dentro de este indicador hay variables de consumo que se diferencian de una persona a otra, por ejemplo el uso de internet, el colegio, público o privado, el pago del club en algunos casos, tipo de combustibles del automóvil, algunas personas compran en los supermercados productos de distintos precios, y están aquellos que recorren el mercado buscando precios convenientes y todo esto genera variables distintas”.
El gobierno decidió incrementar los precios de los combustibles, entre ellos el Gas Licuado de Petróleo y del Gasoil y de acuerdo los análisis el segundo carburante causa un efecto transversal a toda la cadena de producción y de movimentación (pasajes).
Sobre esta base, dice Ayala Person que “eso es así, sin dudas, pero también debemos incluir en la base de cálculos que se ajustan otros precios hacia abajo, además se producirá el reajuste automático del salario”.
Agrega que todos estos elementos, “en un cálculo frío hace que en el total de variables el impacto no es tan grave como uno podría suponer desde la teoría” y remarca que existen otros elementos para considerar que el impacto no será como se presume en la calle.
Las proyecciones apuntadas en el análisis de Ayala Person indican que “tenemos una proyección del IPC que está en el orden del 4,2% variable de la meta y no creo que sobrepase del 4,2% a fin de año”.
