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El doctor Aníbal Filártiga, director del Hospital de Traumas, no descartó que la menor, a quien sus patrones supuestamente habían obligado a tomar soda cáustica, haya recibido un mensaje presionándola para que cambie de versión. La adolescente declaró ante un juez que ella misma preparó el producto y lo ingirió para tratar de suicidarse, luego de una ruptura amorosa.
ASUNCIÓN.- La quinceañera a quien sus patrones supuestamente le obligaron a beber soda caústica, semanas atrás en Pedro Juan Caballero, declaró y dio un giro de 180° a la investigación, pues sostuvo que no fue forzada a ingerir nada, ya que ella misma preparó el producto para suicidarse. Aseguró también que no fue abusada sexualmente, pese a que el dictamen del médico forense del Ministerio Público indica lo contrario. La menor permanece internada en el Hospital de Trauma de Asunción.
Ayer, el doctor Aníbal Filártiga, explicó que la menor estaba permanentemente custodiada por un policía y una persona asignada por el Ministerio de la Mujer y la Secretaría de la Niñez y la Adolescencia. Sin embargo, no descartó la posibilidad de que le hayan enviado un mensaje para cambiar de versión.
“Nunca estuvo sola para que alguien venga a apalabrarle, pero que le haya llegado algún mensaje a través de papelito no puedo prever, no se puede descartar. Esto (por el hospital) no es una prisión de alta seguridad, al día entran mil personas, pudieron haberle hecho llegar un mensaje”, sostuvo.
La comitiva judicial-fiscal, que se constituyó en el Hospital del Trauma, el viernes último, estuvo encabezada por el juez Édgar Ramírez, quien relató: “Refirió que ella preparó el producto, que agarró el polvo y mezcló con una sustancia de limpieza y con agua, puso en un recipiente de plástico de 200 ml e ingirió”, comentó.
Al ser consultada sobre quién le rapó la cabeza y cejas contestó que la misma se cortó y que se sacó las cejas con “prestobarba”.“Dijo que estaba con rabia, quería suicidarse porque se enojó con el novio de nacionalidad brasileña”, reveló Ramírez.
El magistrado consideró que será muy difícil determinar si la menor fue presionada para declarar algo diferente.Estudios que se le habían practicado a la menor confirmaban que sufrió un abuso sexual. Rosa Lorena Delvalle y su esposo Anderson Ríos fueron imputados por lesión grave, tentativa de homicidio y tortura. Hasta el momento se encuentran prófugos.
De la diligencia judicial, también participaron el fiscal Martín Areco de Pedro Juan Caballero, las fiscales Teresa Martínez y María Elena Arnold de la unidad Especializada de Trata de Personas, un defensor público, una abogada, el médico forense Marcos Prieto y la forense Susana Villalba.
