ADN Digital
Artículos relacionados
Primero fue la supuesta existencia de 1.200 planilleros en el MEC; después el supuesto hallazgo de toneladas de medicamentos vencidos en Salud Pública y, ahora, una presunta conspiración para interrumpir el mandato de Mario Abdo Benítez. Sin embargo, los denunciantes de tales cuestiones no aportaron una sola prueba, indicio o nombre, lo que deja al desnudo no solo su irresponsabilidad, sino la intencionalidad manifiesta de desviar la atención de la ciudadanía.
ASUNCIÓN.- Cuando asume un nuevo gobierno se le suele dar un plazo de 100 días para que pueda empezar a funcionar, haciendo los cambios que requiera y pueda estabilizarse en la función pública, poniendo en marcha toda la maquinaria del Estado. Si el gobernante tiene intención de hacer una auditoría al gobierno anterior, pues bien, designa un equipo que esté a cargo de las investigaciones.
Pero no puede basar su actuación inicial en el tiroteo a lo loco hacia todo lo hecho con anterioridad, con un empecinamiento terrible por hacer que la opinión pública tenga la sensación de que todo lo realizado en el período anterior estuvo mal. Hasta se podría encontrar algún justificativo a esto cuando son gobiernos de signos políticos opuestos, enfrentados, enemigos. Pero cuando ambos son del mismo partido, algo está mal.
Desde que asumió en el Ministerio de Educación y Ciencias Eduardo Petta, no se acordó de mencionar cuáles serán sus planes de gobierno ni las medidas que adoptará para consolidar las cosas buenas que se lograron y mejorar las malas o las que dejaron de hacerse. Lo único que hizo fue denunciar la existencia de 1.200 planilleros, lo que puso en jaque a todo el funcionariado educativo y llegó, incluso, a apeligrar la continuidad de las clases.
Lo peor de todo es que, a pesar de los varios pedidos, jamás se dijeron los nombres de esos planilleros y, teniendo en cuenta que el MEC es el ministerio que más funcionarios tiene, esto generó una gran desconfianza y zozobra en quienes no saben hasta ahora si es que se los piensa incluir en la lista y cuáles son los parámetros que les hicieron llegar a esa conclusión.
Cambiando de frente, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, en lugar de hablar de sus planes para un área tan delicada, lo que hizo fue denunciar que había una cantidad de medicamentos vencidos. Otra vez lo mismo; ruido pero sin consistencia.
Y, para rematar ahora, el senador Juan Carlos Galaverna y el propio presidente Mario Abdo Benítez hablan de una conspiración que tiene como objetivo evitar que el jefe de Estado termine su mandato.
Puro bombas de humo para distraer la atención y evitar que la gente perciba que no se está haciendo nada. Hoy se cumple un mes de este gobierno, le quedan solo 70 días de tolerancia. Debiera aprovecharlos.
