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En un contexto internacional complejo y una situación regional contractiva, la situación macroeconómica del Paraguay es muy buena. Las estimaciones de crecimiento sitúan al país entre los países de la región con mejor desempeño económico, es parte de un análisis de Dionisio Borda, exministro de Hacienda. Apunta que ahora el gobierno debería buscar mecanismos más eficientes para la repercusión interna. Aplicación de nuevos proyectos que permeen la macroeconomía hacia la microeconomía.
ASUNCIÓN.- En un profundo análisis de la economía y su expansión el exministro de Hacienda, Dionisio Borda ubicó al país en un escenario de “mejor desempeño económico” en un contexto de crisis regional. Estima que logrado el objetivo, de fortalecimiento de la macroeconomía, la autoridad económica del gobierno deberá fijar su atención a los sectores de la microeconomía.
Afirma el profesional que “en un contexto internacional complejo y una situación regional contractiva, la situación macroeconómica del Paraguay es muy buena. Las estimaciones de crecimiento que convergen en 4% y una inflación en torno al 4% sitúan al Paraguay entre los países de la región con mejor desempeño económico”.
La depreciación de la moneda nacional fue moderada, “en sintonía con el movimiento cambiario de la región, y el Banco Central del Paraguay (BCP) mantiene suficientes reservas internacionales. El déficit fiscal se mantuvo en un bajo nivel, pero la deuda pública experimentó el crecimiento más acelerado de los últimos cuatro años a pesar de que la presión tributaria sigue siendo baja y no ha podido ser aumentada”.
Varios factores, internos y externos, contribuyeron en el proceso de crecimiento en 2016 que apuntalan al 2017. Dionisio Borda, analista de economía y exministro de Hacienda dijo que “el crecimiento de la economía paraguaya en 2016 se fundó, según el BCP, en la mayor producción de energía eléctrica, el auge de las construcciones y la contribución de ciertos sectores de la industria, y tuvo lugar a pesar del desempeño negativo de Brasil y Argentina, de la caída de la demanda de las materias primas en el mercado mundial y de las incertidumbres en el ámbito internacional”.
Estas consideraciones publicadas por Cadep, que cierran un 2016 con buenos números macro deben permear a la microeconomía. Dice Borda que los estrategas de la economía deberán insistir “en cambios estructurales y en políticas y estrategias que apunten a una economía más inclusiva y una sociedad más justa y equitativa para que la prosperidad sea compartida por todos”.
