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Sumando desatinos

El dinero de las binacionales Itaipú y Yacyretá nunca estuvo mejor invertido que durante el gobierno de Horacio Cartes. Lógico, primero hubo que ahorrarlo suprimiendo los famosos maletines, recortando viáticos y alquileres de aeronaves, por mencionar solamente un par de vías por las que ese precioso dinero, tan necesitado por la gente pobre de nuestro país, desaparecía a raudales.

También se tuvo que cortar las cabezas…de las serpientes que siempre manejaron a su antojo esas fantásticas riquezas de nuestro país.

Las máximas autoridades que primero se “armaban” ellas y luego repartían la plata del pueblo a diestra y siniestra, metían a seccionaleros, punteros, sus amantes, sus parientes, todos ellos comiendo esa sabrosa torta que nunca les perteneció. HC liquidó todo eso. Se escandalizaron…este no es un presidente colorado, mascullaban, no puede dejarnos de lado así nomás. Es que la fiesta había sido constante desde que se inició la construcción de las dos hidroeléctricas.

Mario Abdo al iniciar su campaña, ya en las internas, les tocó donde más sentían placer. “Si llego al poder voy a gobernar de nuevo con los seccionaleros”, les dijo. Música para sus oídos. Siguieron todos muy serios apoyando gua’u a Cartes hasta que a la hora de la verdad le hicieron pagar caro su devoción por ayudar a las clases marginadas, dejando de lado el clientelismo político de siempre.

Lo dicho. Arreglada la casa, al precio de perder el poder, el expresidente nombró a técnicos “argeles” al frente de ambas entidades. La orden era cortar todo, ahorrarlo y destinar íntegramente esos recursos, ni un solo peso afuera, a promover las obras sociales a lo largo y a lo ancho del país.

Así se concretaron obras magníficas sin deberle un peso a nadie con la plata que se llevaban antes…

Y uno de los buques insignia de esa forma patriótica de administrar ese dinero es el barrio San Francisco. La vida discurre tranquila hoy día en el lugar. Tienen una hermosa casa, escuela para los niños, centro de salud, iglesia, puesto policial, todo, no falta nada.  Mil familias, las mismas que en esta época estaban ocupando las veredas y las plazas instalando sus casuchas corriendo de la creciente que llega puntualmente.  Ellos están lejos de esas miserias ahora gracias a la plata ahorrada en Itaipú.

Lo que hay que hacer son cinco barrios San Francisco más. Sacar a todo el mundo de la ribera, inhabitable, y ponerlos a resguardo. Solos, no lo van a lograr.

Pero para eso se necesita la plata sana de Itaipú y Yacyretá. Lamentablemente las cosas han cambiado radicalmente ahora. Quienes manejan los entes ya no son técnicos y los correligionarios vuelven a desfilar con sus carpetas de tapa roja, anhelantes de volver a comer la torta, como antes.

Entonces, la pregunta que surge es ¿de dónde saldrá la plata para obras sociales ahora? Se acabó. Opá. Con el poco dinero que queda anunciaron que van a financiar dos puentes más con el Brasil. ¿Qué apuro hay?, se espera a cinco mil damnificados en las calles para el próximo diciembre…pero vamos a hacer puentes.  Absurdo.

El nuevo gobierno suma desatinos, la economía se desacelera, saldrán cada vez más pobres a las calles a manifestaciones, escraches, marchas y demás. Y se activa la bomba social.

¡Y pensar que llevan dos meses en el Palacio de López!

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