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El Ministerio de Educación y Cultura (MEC) inició la entrega de tarjetas a los colegios del departamento de Itapúa, cuyos alumnos están en situación de pobreza. Las tarjetas serán canjeadas por kits de alimentos, loable iniciativa para las instituciones educativas a donde acuden estudiantes en situación de pobreza, aunque la extrema necesidad se focaliza en el Chaco y en el norte del país.
El ministro de Educación, Dr. Enrique Riera, con su política “más cerca de la gente”, con su equipo de coordinadores, supervisores, directores de colegios y docentes, de hecho en coordinación igualmente con las autoridades del gobierno departamental, con muy buenos ojos emprenden una muy buena iniciativa. Por encima de todo esto lastimosamente la población más beneficiada no será la más necesitada.
Por lo general los pobres extremos no tienen ni tan siquiera la posibilidad de acudir a las escuelas y por ende tampoco a este kit que estará compuesto por aceite, harina, fideo, arroz, azúcar, yerba mate, panificados, sal y carne para reforzar la alimentación del escolar para un mejor aprovechamiento del proceso educativo y la de su familia.
Ojalá este proyecto se extienda y llegue a todo el país como lo hace el Gobierno con otros emprendimientos que lleva adelante en forma conjunta con la Secretaría de Emergencia Nacional, el Ministerio de Salud Pública y la Secretaría Técnica de Planificación, pero falta una participación más directa de los organismos departamentales, distritales y locales, como los programas de Tekopora.
Por encima de las diferencias política-partidarias como el caso Concepción, donde hace 6 meses la Municipalidad lo tiene a un intendente reelecto, Alejandro “Tati” Urbieta Cáceres (PLRA), cuestionado desde el 2.014 por la Contraloría General de la República y por un sector de la Junta Municipal, al tiempo de dividir al organismo contralor y legislativo, es momento de pensar y trabajar por los más pobres del país.
Pero lo primordial es considerar los números, como las estadísticas donde se destacan los índices de pobreza a nivel nacional, la última Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que evidencia que Caazapá cuenta con un alto porcentaje de pobres (47,89% de la población), San Pedro (44,89%), Caaguazú (40,07%), Concepción (37,62%) y Canindeyú (33,24%), departamentos con mayor índice de pobres, con relación con sus respectivas poblaciones.
En base a éste estudio dentro de la pobreza se enmarcan las personas que no pueden comprar una canasta básica (alimentos y servicios esenciales), cotizada en G. 503.115 mensuales per cápita.
En el otro extremo, Presidente Hayes es el departamento con menor número de pobres (8,19%), seguido por Amambay (15,03%), Alto Paraná (15,85%), Central (16,30%) y Cordillera (19,86%).
En el total país, el 22,24% de los paraguayos está dentro de la línea de pobreza. Se traduce en 1.534.000 personas y de acuerdo con la Secretaría Técnica de Planificación (STP), hubo una reducción, ya que en el 2014 el índice fue de 22,57%.
Casi no hay diferencia en el momento de analizar la pobreza extrema empezando de nuevo con Caazapá (33,54%), San Pedro (25,17%), Caaguazú (21,11%), Canindeyú (20,75%) y Concepción (17,96%) registran la mayor cantidad de indigentes o personas que están pasando hambre. En el total país, el índice de pobreza extrema es de 9,97% (687.000 paraguayos). Menor al 10,47% registrado en el 2014.
Pero dentro de cada caso por departamento se deben considerar los resultados por distritos y si es posible por compañías así como barrios, son comunes y constantes los extremos en poblaciones con derroche de recursos frente a una triste realidad los indigentes que sobreviven a Dios que es grande.
Por ejemplo en el caso del Chaco, es probable que la gente más adinerada esté instalada en el departamento de Presidente Hayes, misma zona en donde es común y hasta pasa desapercibida la muerte de un par de nativos que no tienen ni tan siquiera un sitio de donde extraer agua potable, pero figura como el de menor índice de pobreza.
Una situación similar se puede dar entre los departamentos de Boquerón y Alto Paraguay, donde la población extranjera como la menonita y ganaderos brasileños así como de otras naciones tienen haciendas y ganados con climatizadoras, frente a la penosa y más paupérrima realidad, niños que nacen sin ninguna planificación y sin un futuro con cobertura de alimentación, salud y mucho menos de educación.
Así como el MEC, también la STP, todos los ministerios, las gobernaciones, municipios y cada uno de los organismos privados como públicos son responsables de la lucha por reducir la pobreza en Paraguay, si éste compromiso patriótico se convierte en una causa nacional como lo afrontamos cada uno de los partidos de nuestra querida y últimamente maltratada albirroja, podremos hablar de un verdadero Tekopora (bienestar) en el Paraguay.
