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La convención colorada es la máxima autoridad partidaria y sus mandatos son imperativos. Así que si el sábado, por mayoría, se resuelve impulsar la reelección presidencial vía enmienda, senadores y diputados de la ANR tendrán que acatar la disposición, son pena de recibir alguna sanción en caso de no hacerlo. Este es el punto de conflicto entre el oficialismo y la disidencia.
ASUNCIÓN.- El sábado se realizarán 2 convenciones, la ordinaria, en la que tratarán la renovación de los tribunales Electoral y de Conducta, y la extraordinaria, en la que se estudiará la modificación del estatuto partidario a fin de permitir las alianzas electorales. Del total de 1.137 convencionales de todo el país, aproximadamente 900 pertenecen al oficialista Honor Colorado.
En la ordinaria se pueden introducir temas que no figuren en el orden del día, y por ello es que es casi un hecho que en el punto de asuntos varios será planteada la discusión sobre la reelección presidencial en la Constitución Nacional, vía enmienda.
La extraordinaria, por el contrario, solo puede tratar los temas específicos para los que fue convocada, así que el único punto que será considerado será la modificación del estatuto. Es la segunda vez que se plantea este tema a fin de que el partido pudiera realizar alianzas electorales con otros sectores, de cara a comicios generales. La vez anterior, antes de las elecciones del 2013, la convención había rechazado la posibilidad por lo cual el partido corrió solo en los comicios.
El estatuto partidario establece que las directivas del partido son obligatorias para todos los afiliados. Esto significa que nadie puede ir en contra de la línea política que, generalmente, se fija en la convención ordinaria, que es la máxima autoridad. Esto no ocurre solamente con la ANR sino es una práctica común en cualquier nucleación política, ya que la línea política es la que la define como tal.
En la convención extraordinaria del sábado no se analizará la sanción ni la expulsión de ningún colorado; caso contrario, ya hubiera figurado en el orden del día. Lo que sí queda claro es que si en la ordinaria se decide que la línea política es apoyar e impulsar la reelección presidencial vía enmienda, el mandato será imperativo; esto significa que si algún diputado o senador colorado decide ir en contra de la decisión partidaria, se expone a recibir sanciones de diferente intensidad por el Tribunal de Conducta. Aunque los disidentes denuncien la intolerancia del oficialismo por mantener esta amenaza, lo cierto es que no fue Honor Colorado el que redactó el estatuto ni el inventor de la pólvora.
