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ASUNCIÓN.– Senadores disidentes y opositores tuvieron la “original” idea de colgar carteles de “No a la reelección” frente a sus curules. Algunos, con muy corta memoria, olvidan que su postura fue radicalmente opuesta no hace mucho, como Juan Carlos “Calé” Galaverna (ANR), quien pretendió la reelección de Nicanor Duarte Frutos, o Carlos Filizzola (Frente Guasu) argumentando a favor del segundo mandato de Lugo. Una incoherencia más de nuestros díscolos y traviesos legisladores.
A nadie sorprende que los más conocidos representantes de la política criolla cambien de postura y de principios de acuerdo a la situación y su conveniencia. Pero cuando la incoherencia es demasiado obvia, no podemos dejar de mencionarla.
La disidencia colorada y la izquierda tienen un verdadero pavor de que el presidente Cartes pueda volver a competir en el 2018, porque, por lo visto, eso eliminaría la posibilidad de que sus candidatos pudieran tener alguna chance de ganar. En el sector de Colorado Añeteté, la precandidatura de Mario Abdo Benítez está confirmada desde hace tiempo; y en la izquierda siguen soñando con que Fernando Lugo estará habilitado para volver a competir. Cualquier chance de ambos se iría al mazo si Cartes participa de nuevo en las elecciones, y se niegan a permitirlo.
Así que se han vuelto grandes abanderados de la lucha contra la reelección vía enmienda, y ni siquiera les da vergüenza que entre sus principales opinólogos esté Juan Carlos Galaverna, quien en el 2006 firmó una resolución de la Junta de Gobierno impulsando el segundo mandato de Nicanor Duarte Frutos, por el mismo sistema.
O Carlos Filizzola, quien fue uno de los impulsores de la reelección de Lugo, a través de la enmienda, antes de que el Congreso lo separe del cargo vía juicio político en el 2012. Ambos ahora rechazan el tema argumentando que es inconstitucional, lo cual resulta gracioso porque seguimos teniendo la misma Constitución que en el 2006 y el 2012, así que los que ya no son los mismos son estos dos personajes, que ahora ponen carteles de “No a la reelección” frente a sus bancas.
Lo que queda claro con este ejemplo es que, como varios otros, el artículo relativo a la reelección presidencial y el mecanismo que debe utilizarse es, por lo menos, opinable, lo que significa que su interpretación depende de los intereses del momento de quienes deben decidir si se habilita o no un segundo mandato para el presidente de la República.
